Cambio de hora
El cambio de hora y su impacto en la salud
El próximo domingo 29 de octubre, entraremos en el horario de invierno
El cambio de hora, una práctica común en la mayoría de los países europeos, se realiza dos veces al año con el objetivo de aprovechar la luz natural y ahorrar energía. Sin embargo, esta costumbre también tiene efectos en nuestro sueño y ritmo biológico que pueden afectarnos de diversas formas. Cada año, una pregunta común resurge: ¿Dormiremos una hora más o una menos? En este artículo, analizaremos qué ocurrirá el próximo 29 de octubre, cuando llegue el día del cambio de hora al horario de invierno.
¿Dormiremos más o menos?
El próximo domingo 29 de octubre, entraremos en el horario de invierno, lo que implica retrasar una hora los relojes. Esto significa que cuando el reloj marque las 03:00 horas, se retrocederá a las 02:00 horas, lo que nos brinda una hora adicional de sueño esa noche. Por lo tanto, en este cambio, disfrutaremos de una hora extra de descanso. Sin embargo, el cambio al horario de verano en marzo implica adelantar los relojes una hora, lo que resulta en una hora menos de sueño.
Efectos del cambio de hora en la salud
El cambio de hora es una práctica a la que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados, pero ¿cómo afecta nuestra salud? Según los expertos, el cambio de hora de octubre suele ser más sencillo de adaptar que el de marzo, ya que se ajusta mejor a la duración natural del día y la noche. Al retrasar el reloj, nos levantamos con más luz y nos acostamos más temprano, lo que favorece la secreción de melatonina, la hormona del sueño.
Dormir una hora adicional en esa noche puede ayudarnos a compensar parte del déficit de sueño que acumulamos durante la semana, ya que, según diversos estudios, la mayoría de los españoles duermen un promedio de 6.5 horas al día, por debajo de las 7 u 8 horas recomendadas.
Sin embargo, no todo son ventajas. El cambio de hora también puede desencadenar alteraciones en nuestro organismo, como cansancio, irritabilidad, falta de concentración o trastornos digestivos. Estos efectos tienden a ser temporales y se resuelven en unos pocos días, pero pueden ser más notorios en personas mayores, niños o aquellos con problemas de salud.
Cómo minimizar el impacto del cambio de hora
Para mitigar estos inconvenientes, los expertos ofrecen algunas recomendaciones clave. Mantener horarios regulares para dormir y comer, evitar siestas largas durante el día, realizar ejercicio moderado por la tarde y abstenerse de consumir alcohol, cafeína o tabaco antes de acostarse son prácticas beneficiosas. Exponerse a la luz natural durante el día y crear un ambiente oscuro y tranquilo en el dormitorio por la noche también ayudará a adaptarnos al nuevo horario y aprovechar sus beneficios para la salud y el bienestar.
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