
Cáncer de Mama
Cáncer de Mama en datos: estos son los países con la tasa de mortalidad más alta
La detección temprana y el acceso equitativo al tratamiento son hoy las principales armas para reducir una mortalidad que sigue golpeando con fuerza, especialmente en las regiones más vulnerables

El cáncer de mama continúa siendo una de las principales causas de muerte entre las mujeres en todo el mundo. De acuerdo con los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), cada año se diagnostican más de 2,3 millones de nuevos casos y se registran cerca de 670.000 muertes por esta enfermedad.
Aunque los avances en diagnóstico y tratamiento han mejorado las tasas de supervivencia en muchos países desarrollados, las cifras globales muestran una preocupante desigualdad: la mortalidad por cáncer de mama sigue siendo mucho más alta en regiones con menos recursos sanitarios.
Los países con mayor mortalidad
Según el informe más reciente del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés), los países y regiones con las tasas de mortalidad más altas, ajustadas por edad, son:
- Fiyi: alrededor de 38,9 muertes por cada 100.000 mujeres.
- Jamaica: 35,2 muertes por cada 100.000.
- Bahamas: 31,7 muertes por cada 100.000.
- Melanesia (región del Pacífico Sur): 26,8 muertes por cada 100.000.
- Polinesia y África Occidental también presentan cifras elevadas, situándose por encima del promedio mundial.
Estas regiones comparten un mismo patrón: la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas, cuando las posibilidades de supervivencia son considerablemente menores.
Desigualdad sanitaria y factores de riesgo
Los expertos señalan que las causas detrás de estas cifras son múltiples, pero predominan tres factores: diagnóstico tardío, limitado acceso a tratamientos efectivos y escasa infraestructura sanitaria. En muchos países de bajos y medianos ingresos, la falta de programas de detección precoz —como mamografías periódicas o campañas de concienciación— impide identificar el cáncer a tiempo.
A esto se suma la falta de personal especializado, medicamentos modernos y servicios oncológicos integrales. “La desigualdad en el acceso al diagnóstico y tratamiento marca la diferencia entre la vida y la muerte en muchos países”, advierte la OMS.
Los países con mejores resultados
En contraste, las naciones con mayores recursos —como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá y los países de Europa Occidental— presentan tasas de mortalidad mucho más bajas, a pesar de tener una incidencia mayor. Esto se debe a los programas de detección temprana, los tratamientos avanzados y la concienciación sobre la autoexploración mamaria.
Una amenaza creciente
La OMS advierte que, de no reforzarse las políticas de prevención y acceso a tratamientos, las muertes por cáncer de mama podrían aumentar un 68% para 2050. El desafío, según los expertos, será garantizar que los avances médicos lleguen también a los países con menos recursos.
El cáncer de mama no distingue fronteras, pero la posibilidad de sobrevivir sí depende, en gran medida, del lugar donde se viva. La detección temprana y el acceso equitativo al tratamiento son hoy las principales armas para reducir una mortalidad que sigue golpeando con fuerza, especialmente en las regiones más vulnerables.
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