Cardiología
Cardiólogos españoles lideran dos guías de práctica clínica europeas
Un fármaco antiobesidad demuestra mejorar la calidad de vida y el pronóstico en pacientes con insuficiencia cardiaca
Los cardiólogos españoles han jugado un relevante papel en el mayor congreso mundial de la especialidad, el de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés), celebrado esta semana en Ámsterdam. En él España ha sido el quinto país con más comunicaciones científicas aceptadas, 185, solo por detrás de Alemania, Italia, Reino Unido y Países Bajos.
Además, los especialistas españoles han tenido un papel destacado en la elaboración de varias guías de práctica clínica internacionales. Así, Elena Arbelo, cardióloga en el Hospital Clinic de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), ha liderado la elaboración y presentación las guías para el manejo de las miocardiopatías en el marco del congreso. Se trata de un documento de referencia para todos los cardiólogos, que recoge una serie de recomendaciones para optimizar el diagnóstico y manejo de los pacientes con miocardiopatías. En su elaboración han participado también otros tres cardiólogos españoles –Juan Ramón Gimeno, Pablo García Pavía y Roberto Barriales– y se trata, además, de un texto pionero porque es la primera vez que engloba a todas las miocardiopatías.
Por su parte Borja Ibáñez, cardiólogo en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y en el Hospital Fundación Jiménez Díaz, lideró la elaboración y presentación de las nuevas guías para el manejo de los pacientes con síndrome coronario agudo (SCA), un documento de referencia internacional. El SCA engloba a un conjunto de afecciones que detienen o reducen de forma significativa el flujo de sangre al músculo cardiaco: la angina inestable y dos tipos de infarto agudo de miocardio, según la gravedad de la reducción del flujo sanguíneo y sus consecuencias.
Otras novedades
El encuentro fue el marco también en el que se hicieron públicos los resultados del estudio STEP HFpEF, que suponen un gran avance en el tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardiaca y fracción de eyección preservada. En él la semaglutida, el famoso fármaco para adelgazar del que tanto se ha hablado en los últimos meses, demuestra ahora no solo reducir el peso, sino también mejorar la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada.
Semaglutida muestra mejorar la calidad de vida en los pacientes obesos con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada y además mejora el pronóstico. En España, este medicamento solo está financiado para pacientes diabéticos mal controlados con otros fármacos que, además, tienen obesidad. Por ello, la SEC reclama que se «extienda su financiación a todos los pacientes que puedan beneficiarse».
Por último, en Ámsterdam también se presentó un nuevo análisis secundario de los datos de Clear Outcomes con ácido bempedoico, el cual muestra una reducción significativa del riesgo de eventos cardiovasculares totales sin aumentar la diabetes de nueva aparición en pacientes con alto riesgo de enfermedad cardiovascular.
Estos resultados prueban que el ácido bempedoico, el primer y único tratamiento de ARN de interferencia pequeño para reducir los niveles de c-LDL, (comercializado como Nilemdo en Europa), reduce en el 20% el riesgo del número total de eventos cardiovasculares graves en estos pacientes, complementando la reducción del 13% comunicada previamente para el análisis primario. Además, un subanálisis separado de los datos del ensayo muestra que aquellos con diabetes obtienen un mayor beneficio absoluto del fármaco; además, el tratamiento no aumenta los niveles de hemoglobina glicosilada ni la incidencia de diabetes de nueva aparición.
Orion-8 ratifica los beneficios de inclisirán
Nuevos datos a largo plazo de inclisirán (comercializado como Leqvio) demuestran una eficacia y una seguridad sostenidas durante más de seis años. Los resultados del estudio de extensión abierto Orion-8 muestran que administrado dos veces al año, añadido al tratamiento con estatinas, proporciona reducciones sostenidas del colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) después de seis años de tratamiento.
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