Gran avance
Descubren que un simple análisis de sangre puede detectar precozmente la diabetes en niños
El trabajo de investigación del King's College de Londres ha sido publicado en "Nature Medicine"
La diabetes es una patología que no para de aumentar en los países desarrollados y, lo que es más preocupante, cada vez aparece a edades más tempranas. De hecho, España está a la cabeza de los países del Sur de Europa en cuanto a incidencia de diabetes tipo 1 en edad pediátrica, provocado principalmente por los cambios generalizados en los hábitos alimenticios y el estilo de vida.
Para anticiparse a esta enfermedad que puede poner en jaque la salud de los más pequeños, la ciencia no cesa. Lo último en ponerse sobra la mesa es la posibilidad de que un nuevo tipo de análisis de sangre que utiliza lípidos podría facilitar la identificación de los niños con riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con la obesidad, como diabetes tipo dos, enfermedades hepáticas y cardíacas, tal y como avanza un trabajo científico.
En concreto, un nuevo estudio del King's College de Londrespublicado en "Nature Medicine" revela una nueva relación entre los lípidos y las enfermedades que afectan el metabolismo en los niños, lo que podría servir como un sistema de alerta temprana para afecciones como la enfermedad hepática. Así, utilizando máquinas que analizan el plasma sanguíneo de los bebés que ya existen en los hospitales, los investigadores sugieren que esto podría ayudar a los médicos a detectar signos tempranos de enfermedades en los niños más rápidamente y ayudarles a acceder al tratamiento adecuado.
Los hallazgos también cuestionan la idea común de que el colesterol es una de las principales causas de complicaciones relacionadas con la obesidad en los niños, identificando nuevas moléculas de lípidos que contribuyen a riesgos para la salud como la presión arterial, pero que no solo se correlacionan con el peso del niño.
Tradicionalmente se ha pensado que los lípidos son ácidos grasos del cuerpo, ya sean tipos de colesterol o triglicéridos buenos o malos, grasas que se encuentran en el torrente sanguíneo y que son las más comunes en el cuerpo humano. Estudios recientes del mismo grupo de científicos han sugerido que el panorama es más complejo..
Un análisis sencillo
Utilizando una técnica asociada con la química llamada espectrometría de masas, la evidencia actual sitúa los tipos de diferentes lípidos presentes en el cuerpo en miles, cada uno con funciones separadas. Así, tomando una muestra de control de 1.300 niños con obesidad, el equipo evaluó sus lípidos en sangre. Posteriormente, 200 de ellos fueron sometidos al modelo HOLBAEK durante un año, una intervención en el estilo de vida para personas con obesidad popular en Dinamarca.
Lecturas posteriores mostraron que entre el grupo de intervención, los recuentos de lípidos relacionados con el riesgo de diabetes, la resistencia a la insulina y la presión arterial disminuyeron, a pesar de las mejoras limitadas en el IMC de algunos niños.
En este sentido, la Dra. Cristina Legido-Quigley, líder de grupo en Medicina de Sistemas en el King's College de Londres, jefa de Medicina de Sistemas en el Centro Steno de Diabetes de Copenhague (SDCC) y autora principal, asegura que "durante décadas, los científicos se han basado en un sistema de clasificación de lípidos que Los hemos dividido en colesterol bueno y malo, pero ahora con un simple análisis de sangre podemos evaluar una gama mucho más amplia de moléculas lipídicas que podrían servir como signos vitales de advertencia temprana de enfermedades. En el futuro, esto tiene el potencial de ser una forma completamente nueva de evaluar el riesgo personal de enfermedad de una persona y, al estudiar cómo cambiar las moléculas de lípidos en el cuerpo, podríamos incluso prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes por completo”.
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