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Salud

Estas son las tres frases que desvelan que tienes ansiedad social, según una psicóloga

La experta ha compartido un vídeo en sus redes sociales explicando tres frases que indican esta condición

El método de cuatro pasos para decir adiós a la ansiedad, según un profesor de Harvard Freepik

En la sociedad actual, cada vez es más frecuente tener ansiedad social. Se trata de un trastorno psicológico caracterizado por un miedo intenso, persistente y desproporcionado a situaciones sociales o de desempeño en público, en las cuales la persona teme ser observada, evaluada o juzgada negativamente por los demás.

Este tipo de ansiedad va mucho más allá de la simple timidez, puesto que puede generar un profundo malestar emocional y una significativa interferencia en la vida cotidiana, afectando a las relaciones interpersonales y al rendimiento académico o laboral.

Sin embargo, en muchas ocasiones este sentimiento es difícil de percibir. Las personas suelen tener problemas para reconocer este tipo de circunstancias debido a que es un tema tabú en la sociedad. Es por ello que una experta ha mostrado cómo conocer si una persona padece de ansiedad social.

Tres frases que indican que una persona tiene ansiedad social

Sin duda, esta situación supone un gran inconveniente para la persona que lo padece. No obstante, es importante detectarlo para poder trabajar en ello. En este sentido, la experta en psicología 'Ainhowins' ha compartido un vídeo a través de sus redes sociales mostrando tres frases que permiten detectar cuando una persona padece de ansiedad social.

Por un lado, la experta explica que una de las frases que más definen a las personas con ansiedad es: "Seguro que piensan mal de mi". Y es que esto muestra una preocupación excesiva por la opinión del resto de personas.

La segunda frase más destacada, y que la psicóloga cataloga como "indetectable" es: "Mejor no digo nada para no molestar". Según detalla, esta es una evitación muy frecuente entre las personas con ansiedad, puesto que se prefiere el silencio antes que exponerse a las críticas por una posible equivocación o, simplemente, atraer la atención.

Por último, una frase que dice mucho es: "Quiero irme ya". Ainhoa asegura que esta frase refleja un malestar físico y mental muy intenso, apareciendo en forma de taquicardias, sudoración o las manos pasan a estar frías. En este caso, la respuesta natural de la ansiedad es huir, por lo que la persona afectada tiende a querer marcharse y pasar de esa situación.

Y es que todas estas afirmaciones son síntomas verbales de un patrón de ansiedad social. No obstante, la experta detalla que no se trata de un momento puntual, sino de la repetición de todo este tipo de respuestas de forma continuada.

¿De dónde surge la ansiedad?

La ansiedad, esa sombra que atenaza a millones de personas en todo el mundo, podría tener sus raíces no en los traumas de la vida, sino mucho antes, en el refugio del útero materno. Esta es la reveladora conclusión de una investigación llevada a cabo por científicos de la Weill Cornell Medicine en Estados Unidos, quienes apuntan a que el estrés durante el embarazo sería capaz de reconfigurar el cerebro del feto, sembrando una predisposición a padecer trastornos de este tipo en la edad adulta.

En este sentido, el equipo de investigación partió de una hipótesis audaz: que ciertos estímulos negativos durante la gestación, como una infección o un periodo de fuerte tensión, dejan una huella duradera en el desarrollo neurológico. El objetivo era desentrañar los mecanismos biológicos exactos que conectan la salud materna con la futura salud mental de su descendencia, un campo que hasta ahora presentaba más incógnitas que certezas.

Para poner a prueba esta idea, los científicos trabajaron con un modelo animal, concretamente con ratones, cuyos cerebros guardan notables similitudes estructurales con el humano. En el laboratorio, simularon estas condiciones de estrés gestacional provocando una respuesta inflamatoria en las hembras preñadas.

Tras realizar la prueba, los científicos observaron que las crías nacidas de estas madres exhibían un comportamiento anómalo en una región cerebral muy concreta, el giro dentado ventral, un área encargada de detectar y procesar posibles peligros. El análisis desveló que un grupo de neuronas en esta zona había sufrido una reprogramación epigenética, un cambio que modifica la expresión de los genes sin alterar el ADN en sí mismo.

Cómo combatir la ansiedad

Ante los grandes problemas que puede suponer esta condición, la experta en psicología Ángela Fernández explica en un vídeo algunas de las soluciones posibles para erradicar la situación.

"Buscar actividades que propicien la serenidad y la tranquilidad en su día a día. Esa práctica continuada hará que tengan una mayor estabilidad emocional". Revela. "Intentar hablarnos con una mirada flexible y compasiva y no forzarnos demasiado porque podemos caer en esa trampa de autoexigencia, perfeccionismo y frustración", asegura en el vídeo, al tiempo que explica que la ansiedad no debe ser una limitación.