Salud

Un estudio confirma cómo la soledad mata poco a poco a las personas

Una investigación internacional revela que el aislamiento aumenta el riesgo de deterioro de la salud en los adultos mayores

Un estudio confirma cómo la soledad mata poco a poco a las personas
Un estudio confirma cómo la soledad mata poco a poco a las personasFreepik

Podemos morir solos, pero ¿es posible morir de soledad o de pena? La ciencia se inclina hacia el sí. Los estudios científicos publicados al respecto han afirmando que existe una relación entre tener pocas relaciones sociales y el riesgo de muerte. Las personas aisladas, dicen, viven menos.

Lo que aún falta por saber es cómo se produce una muerte por soledad y qué factores conducen a ella. No estamos hablando de suicidio, sino de cómo el aislamiento conduce a un deterioro lento de la salud hasta desembocar en un desenlace fatal. Es decir: cómo la soledad mata poco a poco a las personas.

Ahora, un estudio internacional liderado por la Universidad de Ámsterdam (Países Bajos) y la Universidad de Glasgow (Escocia), han determinado que por qué la soledad aumenta el riesgo de deterioro de la salud en los adultos mayores. El trabajo no solo demuestra que la soledad tiene un efecto negativo en la salud física, sino cómo la va afectando, paso a paso.

"La soledad que a menudo experimentan las personas mayores en nuestra sociedad tiene un efecto negativo en su salud física", subraya Emiel Hoogendijk, epidemiólogo de la Sanidad Pública de Ámsterdam, cuyo equipo analizó los resultados de más de 130 estudios. ¿El hallazgo? La soledad conduce a un aumento de la fragilidad física, lo que a su vez incrementa el riesgo de resultados adversos para la salud, como depresión, caídas y deterioro cognitivo. Los resultados se publican en la revista The Lancet.

"Recientemente, y especialmente durante la pandemia de la Covid-19, se presta más atención a los posibles efectos nocivos de la soledad y el aislamiento social en la salud de las personas mayores. Queríamos ver hasta dónde llegaban estos efectos y vimos que todos los tipos de funcionamiento social reducido, como la soledad, el aislamiento social y la falta de apoyo social, estaban asociados con el deterioro físico", dice Hoogendijk.

Para ello también contaron con investigadores de Canadá, Australia y Suecia. "La fragilidad se refiere a muchas formas diferentes de deterioro físico, como la pérdida de peso, la reducción de la velocidad al caminar y la disminución de la fuerza muscular. Todo ello puede influir, por ejemplo, en la probabilidad de sufrir caídas", explica Peter Hanlon, el investigador de Glasgow que dirigió al equipo.

"En algunos casos, la vulnerabilidad física también puede hacer que las personas pierdan contactos sociales o se sientan más solas, por ejemplo, porque pierden movilidad", afirma Hoogendijk. Esta investigación demuestra que esta relación también puede ser inversa, ya que una disminución del contacto social conduce a la fragilidad.

La soledad es como fumar 15 cigarrillos al día

El deterioro del funcionamiento social puede tener efectos nocivos para la salud, y el año pasado el Cirujano General de EE UU afirmó que la soledad es tan perjudicial como fumar 15 cigarrillos al día. "Sabemos que las personas con sentimientos de soledad o con falta de contactos sociales tienen un mayor riesgo, entre otros, de sufrir depresión y diversas enfermedades crónicas", enumera Hoogendijk.

"Por ejemplo, la falta de contacto social puede tener un efecto directo sobre el sistema inmunitario, pero también puede tener un efecto indirecto sobre la salud, por ejemplo a través de un estilo de vida menos saludable. Queremos investigar más sobre este tema en el futuro", avanza el investigador.

El deterioro del funcionamiento social y físico suele producirse al mismo tiempo. "Las personas mayores que son físicamente vulnerables a menudo tienen que hacer frente también a un deterioro del funcionamiento social y mental. A la hora de atender a las personas mayores, debemos prestar atención a todos estos aspectos", afirma Hanlon.

Y concluye: "La soledad no es un problema fácil de resolver. Sin embargo, cada vez se sabe más sobre posibles intervenciones eficaces, como actividades que ayuden a las personas mayores a aumentar sus conexiones sociales."