Un estudio confirma la pauta de ejercicio que logra perder peso

Las directrices de la Organización Mundial de la Salud recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, 75 minutos semanales de actividad física vigorosa o una combinación equivalente de ambas intensidades. Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil cumplir con esta recomendación debido a que la actividad física requiere mucho tiempo en una sociedad acelerada.

Ahora, un nuevo estudio ha demostrado que las personas que condensan su ejercicio en uno o dos días a la semana, -y a las que los investigadores denominaron “guerreros de fin de semana”- también pueden perder peso de forma similar a quienes lo practican de forma regular, siempre y cuando alcancen el nivel recomendado.

Así, según sus resultados, ya sea que realice actividad física con regularidad o uno o dos días a la semana, ambas opciones producen pérdida de peso, tal y como sugiere el trabajo, que se publicará en el mes de abril en la revista "Obesity". El estudio es el primero de su tipo en examinar la asociación entre los patrones de actividad física y la masa de tejido graso medida objetivamente.

"Vale la pena promover el patrón de 'guerrero de fin de semana' en personas que no pueden cumplir con la frecuencia recomendada en las pautas actuales", asegura Lihua Zhang, científico de atención médica del Hospital Fuwai, el Centro Nacional de Enfermedades Cardiovasculares, la Academia China de Ciencias Médicas y Facultad de Medicina de la Unión de Pekín y uno de los autores correspondientes del estudio.

Zhang sugirió que los trabajadores de oficina, los conductores de autobuses y otros empleados que tienen que estar sentados durante muchas horas durante su jornada laboral se podrían estar interesadas por la investigación. "Esas personas están luchando por ponerse al día con su plan de ejercicios en su día a día para compensar el peligro de un estilo de vida sedentario, pero tienen menos tiempo libre para ir al gimnasio", dijo. "Nuestro estudio podría ofrecerles una opción alternativa para mantenerse en forma", afirmó Zhang, quien añadió que existen actividades adecuadas para los guerreros de fin de semana, como la escalada, el senderismo, el ciclismo o la carrera.

Los investigadores extrajeron datos de más de 9.600 participantes en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de 2011 a 2018. Los participantes tenían edades comprendidas entre 20 y 59 años.

El estudio

La adiposidad abdominal y general se evaluó mediante absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), una exploración de la composición corporal no invasiva y de fácil acceso, y medidas antropométricas. Los niveles de actividad física se obtuvieron del Cuestionario Global de Actividad Física y se clasificaron como "inactivos", "guerreros de fin de semana" y "activos regularmente". Se utilizaron modelos de regresión lineal de encuestas para evaluar las asociaciones entre los patrones de actividad física y los indicadores de adiposidad.

Los resultados mostraron que 772 participantes dentro del patrón "guerrero de fin de semana" y 3.277 en el de "activo regularmente". En comparación con los 5.580 participantes "inactivos", tanto los "guerreros de fin de semana" como los grupos "activos regulares" tenían niveles más bajos de adiposidad abdominal, una circunferencia de cintura, una masa grasa corporal total y un índice de masa corporal medidos con DXA. Estos dos grupos también eran más jóvenes, más propensos a ser blancos no hispanos, con mayor nivel educativo y menos propensos a estar desempleados o tener hipertensión o diabetes.

"En un alto nivel, este estudio reafirma el viejo dicho sobre la actividad física y la salud: cualquier actividad es mejor que ninguna actividad. En particular, el entrenamiento de los "guerreros del fin de semana" fue de mayor intensidad y mayor duración, y una mayor intensidad y mayor duración incluso. "La conclusión principal, sin embargo, es que las personas deben mantenerse activas de cualquier manera que se adapte a su estilo de vida", según la profesora asistente de medicina clínica Beverly Tchang, del Centro Integral de Control de Peso, Weill Cornell Medicine en Nueva York.