Salud

Los expertos se pronuncian ante la muerte de una menor alérgica a la leche: "No debe tomarse a la ligera"

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica insiste en la necesidad de "extremar" las medidas de precaución cuando una persona informa de su condición alergénica

La muerte de Irene, de 17 años y alérgica a la proteína de la leche, ha generado consternación en la sociedad española. La joven estaba tomando un café con amigos cuando sufrió una parada cardiorespiratoria y, aunque fue trasladada a la UCI del Hospital de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), no pudo salvar la vida. "Ante el trágico suceso que ha trascendido recientemente a los medios de comunicación", la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) ha decidido pronunciarse "en representación de todos los alergólogos españoles" a través de un comunicado remitido a la prensa.

En primer lugar, ante la muerte Irene, "extremadamente alérgica a las proteínas de la leche de vaca" desea expresar "su más sentido pésame a los padres, familiares y amigos por la irreparable pérdida de su ser querido, y más aún tratándose de una persona tan joven. Descanse en Paz". En segundo lugar, la Seaic hace hincapié en "recordar a la población general que las enfermedades alérgicas, especialmente si se trata de alergia a los alimentos, los medicamentos, el látex o el veneno de insectos, pueden tener manifestaciones muy abruptas y generalizadas en la persona que las padece".

En algunos casos, prosiguen, "con un desenlace mortal o casi mortal cuando el individuo alérgico entra en contacto con la sustancia que induce su alergia, por mínimas que puedan ser las cantidades de dicha sustancia". Ante estos hechos, "pedimos que este tipo de alergias no sean tomadas a la ligera y se extremen las medidas de precaución cuando una persona alérgica nos informa y solicita que se tenga precaución en la evitación de un alérgeno en concreto".

Por último, insisten "en la necesidad de que los propios pacientes, así como todas las personas cercanas a ellos, se aseguren de llevar siempre consigo los medicamentos necesarios para tratar una reacción alérgica, especialmente los autoinyectores de adrenalina". En la línea, animan a promover el "correcto manejo" de estas herramientas y "cuándo deben ser administrados, pues la administración precoz de estos fármacos puede ser decisiva en la consecución de un desenlace favorable de una reacción anafiláctica grave".

Y concluyen: "Expresando una vez más nuestras condolencias, el colectivo de alergólogos españoles, junto con las organizaciones de pacientes alérgicos, investigadores, laboratorios farmacéuticos y otras instituciones implicadas seguimos trabajando por mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas y disminuir los riesgos asociados a la anafilaxia".

La joven falleció durante unas convivencias diocesanas. Fue la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Campo de Criptana la que informó del incidente, que sucedió durante un encuentro religioso. "Irene sufrió un inesperado contratiempo -por causas ajenas a la organización-, ya que es alérgica a la lactosa y en su rato libre tomando café junto a unos amigos ocurrió la fatalidad de estar contaminado con lactosa", indicaron.

¿En qué consiste la alergia a la proteína de la leche?

La alergia a las proteínas de la leche es una enfermedad caracterizada por una respuesta "exagerada" del sistema inmunitario (las defensas) a las proteínas de la leche. Principalmente, se da hacia la betalactoglobulina y caseína. La primera no se encuentra en la leche materna. Estas proteínas son reconocidas como extrañas en el organismo y se inicia la producción de anticuerpos, entre ellos la Inmunoglobulina E y se segregan sustancias químicas como la histamina causantes de los síntomas. Su causa es genética.

La alergia a la leche puede ocasionar anafilaxia, una reacción que pone en riesgo la vida y que produce el estrechamiento de las vías respiratorias y puede bloquear la respiración. La leche es el tercer alimento más común, después de los cacahuates (maní, cacahuetes) y los frutos secos, que causa anafilaxis.