Asma

Luis Manuel Entrenas, jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba,:« La rinitis sin tratar es un factor de riesgo para no controlar el asma»

Entrevista a Luis Manuel Entrenas. jefe de servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba

Luis Manuel Entrenas
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1. ¿Cuáles son los síntomas de la rinitis alérgica?

Son manifestaciones locales: picor nasal, rinorrea acuosa (moco líquido), estornudos... Además, habitualmente, se presentan molestias oculares, como picor y enrojecimiento. Los síntomas son oscilantes a lo largo del día y, normalmente, se producen en los momentos de exposición al alérgeno que lo provoca (polen, ácaros, epitelios animales, etc.).

2. ¿Qué relación tiene con el asma?

Mucha. De hecho, se ha acuñado el término de vía aérea única para indicar la unidad funcional que representa el epitelio nasal y el epitelio bronquial. Lo habitual es que debute en la infancia con algún problema de tipo cutáneo (dermatitis atópica) y que más tarde aparezcan síntomas de rinitis para, por último, que el asma se haga presente. Es lo que se llama marcha atópica. Cuando la enfermedad se encuentra establecida, si se estimula la nariz aumentan los mediadores de la inflamación en el bronquio, y viceversa.

3. ¿Por qué es tan difícil el diagnóstico cuando coinciden?

Normalmente se suele atender a la que causa síntomas más importantes que es el asma, por lo que las manifestaciones de la rinitis pueden ser obviados o minusvalorados. El riesgo es que si la dejamos sin tratar el asma no se controlará en su totalidad.

4. ¿Cuando confluyen las dos se habla de asma alérgica? ¿Qué prevalencia tiene en España?

Se habla de asma alérgica si los desencadenantes de la clínica son alérgenos. En general, lo correcto es hablar de asma, que se refiere a una condición de los pacientes en la que son capaces de inflamar la superficie epitelial bronquial. Esta capacidad está determinada genéticamente. Una vez establecida la condición de asmático, cada paciente tiene unos factores que son capaces de desencadenar los síntomas de asma. Estos varían según cada persona y son variables a lo largo de su vida. En el caso del asma alérgica, los alérgenos actúan como desencadenantes de los síntomas. La cifra exacta de prevalencia es desconocida. Se estima que el 10% de la población infantil tiene asma, siendo más frecuente en los varones, mientras que en adultos la cifra es de 5-7%, siendo más frecuente en mujeres. El motivo es desconocido.

5. ¿Cómo se diagnostica?

La prueba fundamental es una espirometría con test de broncodilatación, es decir, medir si los bronquios presentan obstrucción soplando de manera forzada por un dispositivo y comprobar los cambios en los valores obtenidos tras haber dado broncodilatadores. También se puede determinar el grado de inflamación bronquial mediante la medición del óxido nítrico en el aire espirado.

6. ¿Cuál es el tratamiento de este tipo de asma?

No se distingue de otros tipos de asma. Se gradúa en función de la gravedad. El tratamiento inicial son los glucocorticoides inhalados a dosis bajas. En los casos más graves se indica tratamiento biológico con anticuerpos monoclonales. Al igual que la gravedad del paciente cambia a lo largo del tiempo, la intensidad del tratamiento, tanto en fármacos como en dosis, debe variarse. En estos pacientes que combinan síntomas bronquiales y nasales es extremadamente importante no olvidar el tratamiento de su rinitis, normalmente con antihistamínicos orales y glucocorticoides intranasales, a los que se puede añadir también antihistamínicos intranasales. No tratar la rinitis es un factor de riesgo para no controlar el asma. Es importante advertir al paciente de que no debe abandonar el tratamiento. Se estima que alrededor de la mitad de los pacientes no lo siguen tal y como está prescrito por su médico. En pacientes sensibilizados puede emplearse la inmunoterapia. Habitualmente, se realiza en aquellos que están sensibilizados a un polen concreto, en un intento de frenar la progresión de rinitis a asma, de evitar nuevas sensibilizaciones o de evitar agudizaciones del asma.

7. ¿En primavera empeoran sus síntomas? ¿Por qué?

Sí. En esta estación se suman factores como el aumento de las actividades al aire libre o la polinización. Si el paciente se encuentra sensibilizado a determinado polen, va a tener síntomas cuando se exponga a éste.

8. ¿Hay que cambiar entonces el tratamiento?

Sí. El paciente de asma y rinitis alérgicas suele estar asintomático todo el año y empezar en la época polínica con síntomas, inicialmente nasales y, a los pocos días, bronquiales. El momento de iniciar el tratamiento es al principio porque si no puede que no sea efectivo o tarde mucho en serlo.

9. ¿Qué son las denominadas terapias biológicas?

Desde 2006 disponemos en España de este tipo de tratamientos reservados a pacientes con asma grave. Han sido diseñados para evitar las crisis, aunque también aportan mejoría en otros parámetros, especialmente de la función pulmonar y en el control de la enfermedad. Los anticuerpos monoclonales son eficaces y seguros, y evitan el uso de corticoides orales. Se prevé que en los próximos años sigan llegando nuevas moléculas capaces de inhibir la cascada de inflamación en el asma cada vez más arriba. Así serán utilizables cada vez en más tipos de asmáticos, porque hasta el momento solo son efectivos en pacientes con asma alérgica o asma mediada por eosinófilos.

10. ¿El asma tiene cura?

Es una enfermedad crónica y, hasta el momento, no existe una cura, que pasaría por una terapia génica que modificara la información genética del paciente. Eso no está disponible en la actualidad, pero contamos con medicamentos que son capaces de controlarla a largo plazo y conseguir que muchos pacientes se mantengan controlados sin tratamiento.