Apagón

El miedo al apagón de los pacientes “enchufados” a la electricidad

Pacientes en diálisis, enfermos respiratorios y personas con esclerosis lateral amiotrófica son algunos de los más vulnerables

Hemodiálisis
Detalle de una persona en hemodiálisisDREAMSTIMEDreamstime

Ante el caos vivido durante las primeras horas del apagón generalizado sufrido en España desde las 12:32 de la mañana, los pacientes han sido uno de los colectivos más vulnerables frente al caos provocado por la falta de luz.

Durante los primeros momentos del apagón, los generadores de luz han permitido mantener la calma en los centros hospitalarios, ya que “los generadores tardan apenas unos segundos en arrancar al detectar la falta de luz”, explican fuentes médicas a LA RAZÓN. Sin embargo, en algunos escenarios sanitarios, pero ajenos a centros hospitalarios, sí ha habido minutos de nerviosismo, tal y como describe Lucía de la Higuera, enfermera del servicio de Radioterapia del Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS) de Granada, quien explica en sus redes sociales que “todas las alarmas del edificio se activaron de forma repentina tras el apagón masivo en toda España. Todas las máquinas dejaron de funcionar y tuvimos que evacuar a todos los pacientes», relata la enfermera, quien detalla que «estábamos trabajando en el subsuelo cuando, de pronto, se fue la luz y comenzó la evacuación. Ha sido una situación con cierto nerviosismo porque el sonido de las alarmas era muy intenso y la angustia se ha empezado a adueñar de algunas personas. Nadie sabía qué ocurría».

Entre los pacientes más frágiles frente a la falta de electricidad destacan los enfermos conectados a máquinas, tal y como ocurre con los pacientes renales o los enfermos con problemas respiratorios graves que requieren suministro de oxígeno. Por este motivo, los sanitarios se están enforzando durante estas primeras horas en dar prioridad al traslado hasta los hospitales de pacientes crónicos conectados a máquinas de oxígeno en sus hogares. “Algunos de ellos no pueden permanecer más de una hora sin estar conectados a un suministro artificial de oxígeno”, recuerdan los neumólogos. En este sentido, el Samur de Madrid confirma la existencia de varios avisos de urgencia de este tipo para el traslado urgente a hospitales, donde sí se puede garantizar la seguridad de estos pacientes.

En este sentido, Pedro J. Marcos, médico del Servicio de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña, aconseja que, ante el apagón, se tengan en cuenta algunas recomendaciones generales en relación con pacientes respiratorios con terapia respiratoria domiciliaria: “En ocasiones, los pacientes que utilizan soporte respiratorio domiciliario (oxigenoterapia, BIPAP, CPAP) acuden a Urgencias debido a incidencias, generalmente relacionadas con problemas técnicos o cortes de suministro eléctrico. En este caso, si la saturación es superior al 84% y el paciente no presenta síntomas relevantes, se recomienda el manejo domiciliario”, detalla el experto. En el caso de pacientes neuromusculares, lesionados medulares o con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o grandes dependientes (>12h) “se recomienda la atención hospitalaria para garantizar el soporte ventilatorio”, aconseja Marcos, quien añade que en hipoventiladores obesos y pacientes con EPOC “no es necesario colocar el respirador de forma urgente. En general, pueden tolerar una suspensión temporal del tratamiento sin riesgo inmediato”.

Junto a los pacientes respiratorios, son los enfermos renales los que más dificultades pueden sufrir. Sin embargo, durante las primeras horas del apagón, “las consultas de diálisis se han mantenido con normalidad en los centros hospitalarios gracias al empleo de los generadores eléctricos, al igual que en los centros extrahospitalarios, que también disponen de estos aparatos y, por tanto, la diálisis también está garantizada”, explica María José Soler, nefróloga y vicepresidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN). “La diálisis es un soporte vital y, por tanto, se ha priorizado el ahorro energético en los hospitales para garantizar estos suministros”, detalla Borja Quiroga, nefrólogo del Hospital La Princesa de Madrid.

Sin embargo, los pacientes domiciliarios son los que más están sufriendo las consecuencias de la falta de luz. “Aquellas personas que no pueden conectarse a la red eléctrica y no pueden dializarse de ese modo pueden poner en práctica la diálisis peritoneal de forma manual, es decir, ponerse el líquido a aire ambiente y usar la infusión manual, tal y como se hacía antes, sin máquina cicladora”, detalla Soler.