Alerta
La moda de la cosmética infantil llega a la consulta de los dermatólogos
Los médicos empiezan a recibir casos por problemas cutáneos, derivados del abuso de cremas y rutinas de cuidado facial con múltiples pasos, en niños
Ni ir de tiendas, ni al cine. El plan favorito para muchas chicas de 10 a 13 años hoy es pasar la tarde en una perfumería. De esas grandes superficies que ofrecen desde productos de higiene personal a los cosméticos más exclusivos, pasando por tratamientos para la piel o contra el envejecimiento cutáneo.
En ellas –muchas de las cuales están decoradas con rincones «instagrameables» para que se puedan hacer fotos– gastan la paga en productos con formatos apetecibles (cuando no directamente dirigidos a ellos) a precios asequibles o recomendados por el «influencer» de turno en las redes sociales. No por nada se les ha llamado «Sephora kids».
El problema viene cuando, a una edad en la que la piel es joven, sana y no precisa de ningún cuidado especial, más allá de higiene y protección solar, se abusa de estos productos o incluso de activos antiarrugas, produciendo el efecto contrario al deseado, que es lucir una piel bonita y cuidada, cuando no directamente causar algún tipo de lesión o patología.
Y eso es lo que cada vez más están viendo los dermatólogos en sus consultas: chicos y chicas obsesionados con rituales de cuidado facial –o «skincare», como lo llaman ahora– de cinco pasos o que usan activos dermatológicos que no están indicados para su edad.
«Hemos notado muchísimo el aumento de jóvenes que vienen para interrogarte por sus rutinas, para saber si se ponen bien las cremas. Las conversaciones son de un nivel de información que no te imaginas, conocen hasta los principios activos», cuenta Montserrat Fernández, jefa de Urgencias y hospitalización de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
Esto no supondría ningún problema en sí. De hecho, continúa, «es bueno que la gente se preocupe y la cosmética es preciosa, pero se están pasando, se informan a través de Tik Tok y eso no es real», asegura. Y es que si en los 80 era popular entre las niñas el «Maletín de la Srta. Pepis», con el que jugaban a maquillarse como mamá, ahora la realidad es que lo que quieren son cremas exfoliantes, mascarillas «antiaging» y serums.
Este precoz interés responde a varios factores. De una parte, las firmas de cosmética han visto en ellos un filón aún no explotado y cada vez son más las marcas que dirigen su publicidad y sus productos a este público; por otro, al bombardeo recibido a través de las redes sociales. El resultado es que cada vez se empieza el cuidado facial a una edad más temprana. Además, emplean una desmesurada cantidad de productos
"Estamos viendo acné cosmético o detergican, que es de estar todo el día limpiándose la cara"
«Que la población considere el cuidado de la piel como una forma de autocuidado y una manera de mantener la salud global es algo beneficioso. Pero cuando esto se lleva al extremo, utilizando cosméticos sin base ni limitación, simplemente porque una persona con influencia en redes sociales lo emplea, estamos perdiendo la esencia de lo que supone el ‘‘skincare’’ y, paradójicamente, puede perjudicarnos, porque no se ajusta a las necesidades de nuestra piel», coincide Natalia Jiménez, dermatóloga del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (Gedet) de la Academia Española de Dermatologia y Venereología.
En opinión de Fernández, los errores cometidos son tres: las fuentes de información no especializada, el tipo de productos empleados; y un número excesivo de pasos en las rutinas.
«Lo que nos encontramos más es un exceso de activos innecesarios y de rutinas de cremas», continúa Fernández y, como consecuencia «estamos viendo acné cosmético o detergican, que es de estar todo el día limpiándose la cara, porque un poco de flora hay que tener».
«Sin duda, el exceso de limpieza causa eccema irritativo por el desgaste de barrera lipídica de la piel que nos protege. Un exceso de lavado con sustancias que la arrastran nos desprotege», añade José Luis López Estebaranz, presidente del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (Cilad) y profesor titular de Dermatología Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid.
Además, la moda ha hecho que se empiezan a poner retinol con 13 años cuando es para mayores de 30, o niacinamida o ácido glicólico... son principios dirigidos a pieles maduras, pero se han convertido en «imprescindibles» para los preadolescentes. «El retinol puede causar irritaciones y sensibiliza al sol, además puede empeorar cualquier enfermedad que tengas de base; la niacinamida no es que sea peligrosa porque es suave y versátil, pero lo que he visto es que, en pieles sensibles, empeora dermatitis o rosáceas», cuenta Fernández.
"La piel del niño es inmadura, produce colágeno de forma adecuada y no necesita retinoides"
«La piel del niño es más inmadura y no tiene signos de envejecimiento, produce colágeno de forma adecuada y no necesita ninguna solución abrasiva con retinoides, que son para edades más avanzadas para rejuvenecer la piel y exfoliarla. A estas edades basta con limpiar, hidratar y fotoproteger», señala Estebaranz.
Los efectos adversos por usar cosméticos no adecuados van desde eccemas de contacto a dermatitis por uso de productos abrasivos que alteren la barrera cutánea o que hayan sensibilizado estas pieles. «Ya te encuentras una rosácea empeorada por un cosmético que no se pude usar con rosácea», asegura Fernández. En cuanto a los exfoliantes, de los que también se abusa, «lo que veo es que, a parte de reacciones, provocan acné, porque tenemos ahora una epidemia. Vienen poniéndose un montón de cosas y no sabes que va antes, el huevo o la gallina, si se lo provocan o si se ponen las cosas por el acné».
Lavado y crema solar
Y, ¿cómo sería una rutina de cuidado facial adecuada para estas edades? Estebaranz lo tiene claro: «Sobre todo protección solar e higiene: basta con un lavado diario con agua y una solución jabonosa no agresiva anfótera (no iónica) o solo con agua». Y ,si tiene más grasa en la zona T o algún comedón o punto negro «una solución mas específica o cremas no grasa», concluye.
Ante la mayor demanda de consultas sobre cómo mejorar el aspecto de la piel es importante aconsejarles del cuidado que necesitan y de evitarles la sobre información de personas que no son expertas. «Los cosméticos no deben elegirse en función de marcas, tendencias… debemos emplearlos en función a nuestra situación, basándonos en los principios activos que necesitamos e, idealmente, contando con un consejo profesional para ello», apunta Jiménez.
Precisamente, para informar sobre las cuestiones más comunes de la piel con casos concretos y fotos, o las últimas novedades del sector, el Cilad ha lanzado la web www.dermatologoscuidantupiel.com, dirigido a la población general y en la que se abordan todas las enfermedades y el cuidado de la piel.
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