Feliz en tu día

Bienvenidos al Día Internacional del Abogado. Hoy es la festividad de los licenciados en Derecho, una jornada un tanto peculiar pero desde luego más presentable que la de ayer, que fue el Día de la Marmota. Igual que en la película del mismo nombre, el animalito asoma el hocico y sale de la madriguera para anticipar a la expectante concurrencia si el fin del invierno se acerca o si aún se va a alargar otras seis semanas.

En los últimos años nos hemos acostumbrado a que cada día, en lugar de su afán, tenga su conmemoración. Hay festividades friquis, solidarias, culturales... La mayoría tiene su propia razón de ser. Pese a que en ocasiones nos cueste un poco comprenderlo a primera vista. Cojamos, por ejemplo, el Día Internacional del Abrazo. Según la web «diainternacionalde.com», esta fecha señalada fue creada por Kevin Zaborney, un estadounidense al que parecía inquietarle la falta de afecto que nos manifestamos unos a otros en público y en privado. Al parecer, el primer año que se celebró fue el 21 de enero de 1986, en el pueblo de Clio, en el Estado de Michigan, y se extendió por todo el país gracias al Calendario de eventos Chase, una publicación que presentaba todas las festividades locales del año y cuyo dueño era el abuelo de una de las mejores amigas de Zaborney.

Historias como la del abrazo están detrás de muchas de las conmemoraciones que jalonan los almanaques. Pero, más allá de la anécdota, la ONU es la encargada en su Asamblea General de aprobar las propuestas –bastante más serias que las elegidas para ilustrar esta página– que aspiran a remover conciencias sobre algún tema determinado. Si, en cambio, las agencias de la ONU crean su propia efeméride sin pasar por este filtro, en lugar de «internacional» será solo «mundial». También existen los años dedicados a una buena obra. Este que acaba de empezar será el de la «Erradicación de la pobreza rural en pro de la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible».