Wardoo, la tecnología que previene a las personas del coronavirus

La tecnología, a veces, abruma y, otras, es un gran respaldo. La capacidad de interconexión y su versatilidad permiten que, hasta en tiempos de coronavirus, sea utensilio imprescindible para la sociedad. Este es el caso de Wardoo, un dispositivo creado por un grupo de jóvenes madrileños y cuya principal función y objetivo es el de garantizar el distanciamiento social a sus usuarios. «El Covid-19 ha cambiado muchas cosas, la forma de trabajar, ir de compras… Pero lo que más ha cambiado es la distancia que debemos mantener. ¿Cuánta gente necesitará mantener la distancia social para poder ir a la piscina este verano? ¿Y a la playa? ¿Y al cine? ¿Y en la vuelta al colegio?», plantean desde la empresa.

Ante esta incertidumbre, un día decidieron dar una salida al gran problema: «¿Cómo garantizar la distancia social? La respuesta es más fácil de lo que esperábamos, con una simple pulsera o un colgante». A través de un diseño moderno y sencillo, ambos accesorios comparten las mismas características: detectar la cercanía con otro dispositivo, tener resistencia al agua, una batería que dura 14 días, así como un aviso al usuario cuando se incumpla la distancia. Estas alarmas se producen mediante vibración, sonido y alarma con luz de LED.

La idea «nació en plena pandemia, nos juntamos los seis socios con el fin de encontrar un gadget con el que poder garantizar el distanciamiento social de una forma segura». Wardoo cuenta con seis socios, tres ingenieros, un trader y dos publicistas, un equipo «perfecto para haber conseguido sacar este proyecto adelante», explican desde la empresa, subrayando que «centrar la tecnología en las personas es nuestro único objetivo como empresa».

El sistema que han desarrollado estos jóvenes emprendedores «es capaz de notificar a gente que ha tenido contacto con una persona diagnosticada, para iniciar así cuarentena preventiva». Con esto, resumen que el dispositivo, con tecnología bluetooth, tiene dos principales utilidades: «Trazado de contacto, es decir, conocer a través de datos encriptados toda la cadena de contactos de una persona diagnosticada, para así aislar únicamente a ese grupo de personas, y la alerta de distancia social, para garantizar que las medidas de seguridad se cumplan».

Todo esto queda reflejado en una aplicación compatible para IOS y Android, que guarda las identidades de los dispositivos que han entrado en contacto a través de un control inteligente, registrando cada dispositivo en el centro de control de forma fácil y rápida y conociendo la localización de cada pulsera o colgante.

Protección de datos

En esta línea, aseguran que «respetamos al 100% la ley de protección de datos, porque al usuario final solo se le da una pulsera con un código alfanumérico». «Lo más importante de nuestro producto se basa en poder tener una trazabilidad en caso de contagio», señalan. Los dispositivos «funcionan de manera autónoma y no necesitan de ninguna app para su funcionamiento, nos colocamos la pulsera en la muñeca o como colgante en el cuello y, dentro de un recinto, si las demás personas lo llevan, cuando entremos en una distancia menor de 1,5 metros comenzarán a vibrar».

La pulsera o colgante están diseñados para su uso, además de en piscinas y playas, en discotecas, festivales, eventos deportivos, oficinas, supermercados, residencias de ancianos… Algo imprescindible teniendo en cuenta que parte de los rebrotes actuales se están produciendo en cualquier situación o lugar, sobre todo en lugares de ocio. Wardoo es útil para todos, pues también funcionaría en hoteles, museos y colegios. Los últimos «son un punto crítico en la vuelta a la normalidad en la crisis sanitaria y uno de los entornos que causan más preocupación», explican desde la empresa. Por ello, este sistema de alerta “trata de educar a los menores en cómo hay que mantener el distanciamiento social».