Embarazo

Los ginecólogos aconsejan la consulta prenatal al especialista desde el momento en que se desea tener un hijo

Varios estudios revelan que si se consultara al ginecólogo en ese momento se reduciría en un 30% el gasto perinatal en lo que se refiere a mantenimiento de prematuros y soporte de niños con problemas

Una mujer, embarazada mediante tratamiento de reproducción asistida, se realiza una ecografía para comprobar la correcta evolución de su futuro hijo
Una mujer, embarazada mediante tratamiento de reproducción asistida, se realiza una ecografía para comprobar la correcta evolución de su futuro hijolarazon

En los países desarrollados la gran mayoría de los embarazos son programados en tanto en cuanto dejan de ponerse los métodos de impedimento. No obstante, los expertos aconsejan una consulta prenatal al especialista desde el momento en que se desea tener un hijo. Así lo suscriben las sociedades científicas Española e Internacional de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y (SIGO), respectivamente. Diversos estudios revelan que si las mujeres en edad fértil consultaran al ginecólogo desde que deciden tener un hijo (consulta pregestacional o preconcepcional) se reduciría en un 30% el gasto perinatal en lo que concierne a mantenimiento de prematuros y soporte de niños con defectos y problemas.

El bienestar de la futura gestante, a tenor de los ginecólogos, depende en buena medida de su estado de salud o de enfermedad previo al embarazo y del estilo más o menos saludable de vida que lleva. Incluso, si se trata del primer hijo, se pueden detectar problemas de fertilidad que se atajan precozmente y se gana tiempo y preocupaciones. Por tanto, pueden definirse como pilares básicos de la preparación para ser padres: preservar la salud (sobre todo, la materna) mediante una alimentación equilibrada y nada de dietas de adelgazamiento, un estilo de vida saludable (ejercicio físico regular y moderado), ausencia de hábitos nocivos (nada de tabaco, alcohol u otras drogas) y respeto por las horas de descanso y sueño. Y de todos los procedimiento posibles, tal vez sea la ecografía el procedimiento que más ha contribuido para la confirmación de la gestación y para todas las etapas de su seguimiento y control.

La intervención prenatal que más vidas fetales está salvando por el momento es el problema de la insoimnunización o incompatibilidad por Rh. Esta se produce cuando la madre es Rh negativa (15%) y el padre es Rh positivo (85%). En el supuesto de que el feto herede el Rh positivo paterno tendrá que convivir con el Rh negativo materno, lo que comporta un grave problema para la supervivencia fetal. Por suerte, esta grave situación ya se corrige con facilidad y no compromete en absoluto la vida del bebé. Desde que en los países desarrollados se ha protocolizado el seguimiento y control del embarazo y se ha instaurado el parto hospitalario, la mortalidad perinatal ha descendido notablemente y es incomparablemente inferior a la morbimortalidad (complicaciones y fallecimiento) materno-fetales a que todavía existe en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo.

La defensa del parto domiciliario, según todas las instituciones y autoridades médicas internacionales implicadas en la materia, solo es viable y sostenible en aquellos países con una infraestructura adecuada y especialmente diseñada para este fin, como es el caso de Holanda. Sin embargo, no es el de España ni el de la mayoría de los países europeos, cuya sanidad pública está orientada para atender el parto en un centro asistencial; ni tampoco en otros países desarrollados, como Estados Unidos.