Mutación

Controversias científicas por el sacrificio de millones de visones en Dinamarca con Covid-19

No hay base científica que demuestre que este animal infectado por el coronavirus pueda pasárselo al humano

Visones en una de las jaulas en las que son criados
Visones en una de las jaulas en las que son criadosServicio Ilustrado (Automático)EUROPA PRESS

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, comunicó la decisión de sacrificar en su país a 17 millones de visones, que se crían hacinados, por una mutación del coronavirus, que podría propagarse al ser humano. Sin embargo, el Parlamento danés reconoció posteriormente que “no existe base legal para ordenar el sacrificio de toda la población de visones criados en granjas”, por lo que de momento solo sus propuestas tienen carácter recomendatorio, pero en ningún caso vinculante.

Así que actualmente, según ha establecido el órgano legislativo, no existe ninguna base legal, pese a que lo ordene el gobierno, para sacrificar visones de criadores, puesto no hay base científica que demuestre que este animal infectado por el coronavirus pueda pasárselo al humano.

En las lecciones introductorias de virología se explica que un virus es un parásito en el sentido de que siempre necesita de una célula hospedadora para poder sobrevivir, replicarse y mutar. Según el doctor Manuel Pita, profesor e investigador en genética de la Universidad Autónoma de Madrid, “lo ideal para la propia subsistencia del virus es que casi no nos enferme, y en muchos casos lo probable es que así suceda”.

Sin embargo, en el caso de Covid-19, “podríamos considerarlo una casualidad -cuenta-, un tropiezo de los muchos que ocurren en la naturaleza. De hecho, es gracias a un virus y a unos de esos “tropiezos” por los que existimos los mamíferos. Pero, claro, en tiempos de una pandemia sin precedentes en tiempos modernos, que ha devastado, economías, sistemas de salud y familias enteras, es difícil percibirlo con este grado de desapego”.