Los siete derechos infanto-juveniles vulnerados por la pandemia

Fueron los grandes olvidados desde el principio. Sin clases, sin actividades, sin parques y, lo que es peor, sin posibilidad de salir a la calle durante los primeros tres meses del confinamiento. Aunque para muchos puede parecer un “mal menor” o un “efecto colateral” de la crisis generada por la pandemia, lo cierto es que sus derechos fundamentales han sido vulnerados sin criterio sanitario alguno (dado que ni los colegios ni los espacios al aire libre han demostrado ser foco de la infección) y sin encontrar demasiada resistencia.

Después, han sufrido las consecuencias de una crisis económica que ha dejado a muchas familias sin la posibilidad de mantener siquiera unos mínimos para dedicar al bienestar de sus hijos, a lo que se suma el aumento de la vulnerabilidad en los temas de violencia y malos tratos.

Esta es la situación sobre la que pretende profundizar y alertar ahora un informe elaborado por el Instituto Infancia y Adolescencia de Barcelona a partir de16 investigaciones sociales de urgencia, en el que se muestra como, el confinamiento, en concreto, y, la pandemia, en general, han afectado negativamente a la calidad de vida y los derechos de niños y adolescentes.

El trabajo, que ha sido entregado hoy a la Comisión de Derechos Sociales, Se estructura en base a los siete derechos de los niños que se han visto más afectados: a la vida digna, a la educación, a la salud y los servicios sanitarios, a la familia y la protección, a la protección contra los malos tratos, a recibir una información adecuada y al juego, el descanso, el ocio y la cultura.

Además, el documento recoge la cincuentena de iniciativas y medidas que el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha o bien ha reforzado durante los últimos meses con el fin de mitigar este impacto.