Pandemia

Sanidad garantiza la llegada de vacunas a hospitales en crisis

El «gabinete de crisis» dice que no habrá ningún problema en la llegada de las vacunas de Pfizer. Mientras, los sanitarios triplican turnos en los hospitales

MADRID, 10/01/2021.- Varios voluntarios despejan con palas el acceso a una de las entradas del Hospital Gregorio Marañon de Madrid, cubierto de una gruesa capa de nieve tras el paso de la borrasca Filomena. EFE/David Fernández
MADRID, 10/01/2021.- Varios voluntarios despejan con palas el acceso a una de las entradas del Hospital Gregorio Marañon de Madrid, cubierto de una gruesa capa de nieve tras el paso de la borrasca Filomena. EFE/David FernándezDavid FernándezAgencia EFE

Este fin de semana de nevada histórica era la fecha de inicio de la campaña de vacunación a sanitarios en hospitales y centros de salud. Filomena ha retrasado los planes de vacunación en las regiones más afectadas por el temporal al menos un día, debido a la escasez de personal, la imposibilidad de desplazarse de muchos de los profesionales que tenían cita para inmunizarse, y el caos generado por una situación tan excepcional. Respecto a la llegada de la nueva remesa de 300.000 dosis de la vacuna para esta semana, el Gobierno aseguró que aterrizarían anoche en el aeropuerto de Madrid-Barajas, y que su suministro, junto al de alimentos, está garantizado. Según informó el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, el trasporte de las dosis se lleva a cabo en coordinación con la DGT y la Guardia Civil, que están organizando corredores para que convoyes de camiones puedan completar sus itinerarios y entregar sus mercancías.

A las ya dispares cifras de vacunados entre las distintas comunidades autónomas, se suma este contratiempo, que ha afectado de manera desigual a unas regiones y otras, marcando aún más las diferencias. En Madrid, epicentro del temporal, donde el consistorio está planteándose la declaración de zona catastrófica, el sábado fue un día prácticamente inhábil, pero ayer se retomó la inmunización en 16 hospitales de la comunidad: Santa Cristina, Enfermera Isabel Zendal, Arganda, Fuenlabrada, Clínico, Príncipe de Asturias, Rey Juan Carlos, Alcorcón, Gregorio Marañón, Puerta de Hierro, La Paz, 12 de Octubre, Torrejón, Fundación Jiménez Díaz, Vallecas, Severo Ochoa y en el SUMMA-112. Algo parecido ha sucedido en Cataluña, donde los problemas logísticos causados por la borrasca impidieron vacunar en la ciudad de Lleida y en las Terres de l’Ebre (Tarragona). El resto de comunidades autónomas no ha comunicado incidencias en el plan de vacunación durante el fin de semana.

En los hospitales y centros sanitarios de todo el país, aunque ya esperaban que la vuelta de las navidades fuera dura, el temporal que asola la península está complicando más la situación. Sin respiro, el personal sanitario se ha enfrentado a un fin de semana de jornadas «intensivísimas», agravado por la climatología. La borrasca Filomena ha llegado en muy mal momento: con hospitales colapsados por el aumento de casos de Covid, sanitarios exhaustos y en el inicio de una campaña de vacunación que, sin problemas añadidos, ya estaba tardando en coger ritmo. Aun así, los sanitarios siempre demuestran estar a la altura: aislados, triplicando turnos y hasta pertrechados con esquís, han conseguido mantener los servicios en hospitales y centros sociosanitarios, aunque sea a costa de su salud y su seguridad.

En Madrid, los trabajadores de los hospitales urbanos, como el Gregorio Marañón, La Paz, el Ramón y Cajal lo han tenido un poco más fácil que los de centros que no cuentan con una buena conexión de metro, ya que era el único medio de trasporte que se ha podido utilizar. En estos casos, se han visto hazañas como la de un joven Médico Interno Residente (MIR) que ha recorrido 17 kilómetros por la nieve para hacer guardia en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha tomado este caso como ejemplo para felicitar a todos los sanitarios que han hecho esfuerzos hercúleos por acudir a sus lugares de trabajo o que se han mantenido en ellos sin volver a sus casas para evitar que otros compañeros se pusieran en peligro tratando de llegar. Es el caso de María Gómez, enfermera del Hospital de Villalba, que cuenta a LA RAZÓN cómo lo han vivido en su hospital. «Yo y muchos otros compañeros entramos el viernes, hemos trabajado 24 horas seguidas y hemos dormido aquí el sábado para podernos volver a incorporar el domingo por la mañana. Los que podían llegar andando han venido así, y a otros los han traído voluntarios con coches todoterreno y la Guardia Civil. Ha sido un fin de semana muy duro pero la sensación que queda es la de solidaridad y apoyo de unos a los otros». Un ejemplo para todos, sobre todo los políticos.