Inmunidad

Los infectados en la primera ola bloquean mejor la cepa británica que los vacunados

Un estudio de IrsiCaixa demuestra que la vacuna de Pfizer también genera anticuerpos contra la B.1.1.7, pero dos veces menos eficientes

Varias personas realizan cola para que les suministren la vacuna contra la Covid-19 en el dispositivo de vacunación puesto en marcha en el polideportivo Germans Escales, en Palma de Mallorca
Varias personas realizan cola para que les suministren la vacuna contra la Covid-19 en el dispositivo de vacunación puesto en marcha en el polideportivo Germans Escales, en Palma de MallorcaIsaac BujEuropa Press

Tanto los vacunados con Pfizer como los infectados en la primera ola generan anticuerpos que les protegen contra la variante británica del coronavirus, la B.1.1.7. Pero no con la misma intensidad. El equipo de IrsiCaixa que lidera Julià Blanco se propuso estudiar si las nuevas cepas del SARS-CoV-2 que circulan por España escapan a la acción neutralizante de las vacunas.

Comenzaron por estudiar la B.1.1.7, ya que es la que ocupa el mayor nicho: tiene una presencia del 20% y de más del 50% en algunas comunidades. El equipo investigador de IrsiCaixa produjo pseudovirus en el laboratorio y a algunos se les incorporó la mutación B.1.1.7. Después, cogieron muestras de 53 personas que habían pasado la infección y de 32 personas que habían completado la pauta de vacunación con Pfizer. Mezclaron el plasma de estos sujetos con los virus creados en laboratorio y «vimos que los anticuerpos de ambos grupos eran capaces de bloquear la variante británica y la de Wuhan», explica Julià a LA RAZÓN. No obstante, advierte que para neutralizar la cepa británica necesitaron diluir más cantidad de plasma (anticuerpos) que para bloquear la de Wuhan.

Blanco, añade, que al crear ela variante B.1.1.7. en laboratorio pudieron testar su capacidad infecciosa. «Es más contagiosa, pero eso no tiene por qué trasladarse a una mayor mortalidad. Lo que sí tenemos claro es que puede contenerse con las medidas que ya se están tomando: mascarilla, distancia e higiene»

El grupo de investigación de IrsiCaixa, descubrió también gracias a este ensayo, que los anticuerpos se perfeccionan con el tiempo dentro del cuerpo. Comprobaron que los infectados en la primera ola que habían generado anticuerpos tenían mayor capacidad para neutralizar la cepa B.1.1.7 . Y no solo eso. Han descubierto que la infección natural genera una inmunidad de mejor calidad contra esta mutación que la que otorgan las vacunas. «Los datos indican que los anticuerpos generados de manera natural por una infección son de mayor calidad porque el organismo convive con el virus durante más tiempo, con las proteínas virales, y genera una respuesta más diversa», sostiene Julià Blanco. «Eso no quiere decir que los anticuerpos de la vacuna sean malos, al revés se ha comprobado que al menos los de Pfizer neutralizan la cepa de Wuhan y la B. 1. 1 .7».

Pero la realidad es que los infectados tienen una mejor inmunidad contra las cepas mayoritarias en nuestro país. En el ensayo, observaron que las personas que han recibido dos dosis de la vacuna y no habían pasado la infección anteriormente, tenian anticuerpos dos veces menos eficientes bloqueando la variante británica respecto a la original. Por otro lado, las personas que ya habían pasado la infección y luego recibieron la vacuna tienen anticuerpos que neutralizan muy eficientemente las dos variantes e incluso actúan mejor contra la británica.

Aunque los avances para dilucidar el comportamiento del SARS-CoV-2 y sus variantes son indiscutibles, todavía quedan por resolver muchas incógnitas. La más importante: cuánto dura la inmunidad. El equipo de IrsiCaixa está haciendo un seguimiento de los pacientes infectados por Covid y «lo que observamos es una estabilización más allá de los seis meses». Julià Blanco detalla que durante el primer mes tras la infección se generan anticuerpos, que entre el segundo y el tercero hay una caída y que a partir de ahí, se produce un nuevo repunte hacia una tendencia estable. «La hipótesis que barajamos es que veremos anticuerpos al menos durante un año», sostiene. Con respecto a los vacunados, «tampoco podemos saber con rotundidad si la inmunidad durará más de seis meses o si será necesario revacunar», afirma este científico.

«Es importante hacer un seguimiento de las personas que han pasado la infección y las que se han vacunado para saber cuánto tiempo dura su inmunidad y también si esta les protege de las nuevas variantes que aparecen. Esto es un volumen de trabajo muy grande en el laboratorio, pero creemos que es primordial y estamos dedicando muchos esfuerzos», reivindica Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa..

Cepa sudafricana

En este sentido, IrsiCaixa ya trabaja con las variantes descritas en Sudáfrica y Brasil, y pronto tendrá resultados sobre la inmunidad generada ante estas variantes tanto en las personas que ya han pasado la infección como en las que han sido vacunadas.

El equipo de Blanco proseguirá su investigación con la cepa Sudafricana, denominada científicamente 501Y.V2 . Esta cepa es la que más preocupa a las autoridades sanitarias. No solo porque se ha demostrado más contagiosa –todavía se está estudiando si es más viruenta–. Sino, sobre todo, porque podría escapar a la acción neutralizante de las vacunas actualmente aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). De hecho, en Sudáfrica, donde esta cepa es mayoritaria, se canceló la vacunación con AstraZeneca porque apenas confiere protección en casos graves de coronavirus.

En España, se han contabilizado al menos 54 casos de la variante 501.Y. V2. El equipo de IrsiCaixa estudiará la eficacia de los anticuerpos de los vacunados e infectados contra esta cepa aún minoritaria. «Quizá necesitemos más cantidad de plasma para neutralizarla que el utilizado para bloquear la cepa británica. pero la pregunta es, cuánta cantidad», se pregunta Blanco.

El objetivo de su equipo «es hacer lo mismo con todas las variantes relevantes que se vayandescribiendo. Hacer un seguimiento de las mutaciones más predominantes nos permitirá adecuar demanera realista las campañas de vacunación y prever mejor la evolución de la pandemia», concluye.

En España, también se han indentificado al menos 17 casos relacionados con la variante brasileña y Sanidad también recoge la necesidad de seguimiento de otros siete grupos de mutaciones, relacionadas con Nigeria, California y Río de Janeiro-