Alérgenos

Alerta alimentaria: retiran este chocolate y piden que no se consuma

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) detecta un alérgeno no declarado en el etiquetado del producto

Onzas de chocolate
Onzas de chocolatePIXABAY

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una alerta sobre la presencia de un alérgeno no declarado en un producto vendido en nuestro país. Concretamente, se trata de la torta de chocolate negro crujiente de la marca DOR, en cuya etiqueta no se refleja el contenido en leche.

La AESAN ha tenido conocimiento de esta alerta a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) de una notificación trasladada por las autoridades sanitarias deCataluña.

La empresa distribuidora ha expuesto carteles informativos sobre la retirada del producto en los lineales de sus tiendas para informar al consumidor final y está procediendo a la retirada del producto.

Como medida de precaución, “se recomienda a aquellas personas con alergia/intolerancia a la leche que pudieran tener el producto anteriormente mencionado en sus hogares se abstengan de consumirlo”, indica la Aesan en un comunicado.

Los datos del producto implicado en esta alerta son:

Nombre del producto: Torta de chocolate negro crujiente

Marca comercial: DOR

Aspecto del producto: envasado

Número de lote: todos los lotes están afectados

Temperatura: ambiente

El producto ha sido distribuido a toda España, por lo que la información se ha trasladado a las autoridades competentes de las comunidades autónomas para que se verifique la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización. Este producto no supone ningún tipo de peligro para las personas que no sean alérgicas o intolerantes a la leche.

Intolerancia a la lactosa

La lactosa es el llamado azúcar de la leche, un disacárido natural compuesto de glucosa y galactosa. Un azúcar naturalmente presente en la leche de todos los mamíferos (vaca, oveja, cabra,…) y sus derivados (queso, yogur, nata, mantequilla, helados, etc.), informa el Ministerio de Consumo. Nuestro organismo, para poder digerir la lactosa, debe desdoblarla en glucosa y galactosa.

La intolerancia a la lactosa se produce cuando en nuestro intestino delgado no hay suficiente cantidad del enzima lactasa, necesaria para desdoblar esta lactosa consumida. La lactosa, sin digerir, llega al intestino grueso y provoca los síntomas clásicos de esta intolerancia como son dolores intestinales, gases, diarrea, hinchazón de barriga y nauseas.

No es lo mismo que la alergia a las proteínas de la leche (caseína, beta-lactoglobulina…) cuya reacción es aguda y puede ser grave e implicar un riesgo de muerte inmediata. Las personas alérgicas a las proteínas de la leche no pueden consumir productos lácteos, aunque sean “sin lactosa” o con “bajo contenido en lactosa”.

Tampoco se debe confundir la intolerancia a la lactosa con la galactosemia, que es una enfermedad congénita causada por una deficiencia enzimática que impide el metabolismo de la galactosa, un azúcar de la lactosa.