Curiosidades

¿Es el español el idioma más feliz del mundo?

Un recurso frecuente en nuestra lengua suele ayudar a muchos en el estado de ánimo

Un diccionario
Un diccionarioRAE

El español es una de las lenguas más habladas alrededor del mundo. Desde la conquista por parte de las delegaciones españolas en Sudamérica a finales del siglo XV su expansión ha sido exponencial hasta el punto de encontrarse en la cima de las listas más habituales.

Así las cosas, según los últimos datos ofrecidos por el Instituto Cervantes en la actualidad alrededor de 585 millones de personas hablan castellano en todo el mundo. Además, La misma institución ha previsto en sus investigaciones acerca del futuro del idioma que esta cifra de hispanohablantes alcanzará su cénit en 2068. En esa fecha se prevé que la cantidad sea de unos 724 millones de hablantes por todo el planeta.

En datos globales el español se encuentra en la cuarta posición en idiomas más hablados en el mundo. Tras el inglés, el chino mandarín y el hindi, el idioma mayoritario en España y Sudamérica destaca por encima de muchos otros. Incluso, si se contabiliza por lengua materna conocida la posición asciende y llegando a ser el segundo de la lista de las lenguas mundiales.

Dentro de sus múltiples curiosidades como el primer diccionario de la Real Academia Española (RAE) o palabras que cambian según el país donde estamos el español también parece contar con un hecho muy curioso.

El español, un idioma feliz

Algo muy habitual entre los hablantes españoles es el recurso de “-ita”. Este sufijo se suele añadir a las palabras para dotar su sentido de algo más pequeño como por ejemplo decir copita a la famosa copa de vino que muchos recomiendan tomar por salud.

Este sufijo ha causado un gran revuelo y admiración para los lingüistas, especialmente americanos, que han documentado este en una investigación denominada La paradoja hispana.

En ella se analizó a más de 16.000 adultos y su salud en cuatro comunidades urbanas de Estados Unidos hace 30 años dando unos resultados sorprendentes para los investigadores. El análisis, además, trató de elaborar una especie de índice de la felicidad donde se estudiaban las palabras positivas utilizadas en libros, canciones o textos.

Tras este ranking los expertos escogieron al español como el primero y, por lo tanto, el más feliz. En ella se demostraba que las emociones vinculadas a las palabras influían de forma directa en la presión arterial y frecuencia cardiaca así como en el estrés, algo en lo que el idioma y la forma de hablar o comunicarse puede tener mucho que ver.

Además, cabe destacar que las palabras positivas contribuyen a una mejor salud de las poblaciones hispanas, según reflejaba el estudio. Por ejemplo, los investigadores exponían como el verbo estar en español refleja el momento, es decir algo que puede cambiar en un futuro y que junto a otras características como el sujeto citado anteriormente pueden ayudar en gran medida.