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Más de 40 grados y noches tropicales hasta el miércoles

Un informe de la Aemet indica que siete de los diez años con temperatura media más alta se registraron en el último decenio

Dos personas combaten el calor con agua y abanico
Dos personas combaten el calor con agua y abanicoAna EscobarAgencia EFE

Las temperaturas iniciaron ayer un fuerte ascenso con máximas que rondarán los 40 grados en ciudades andaluzas como Sevilla o Córdoba, anticipo de un episodio de calor intenso e inusual para la época que podría dar lugar a la primera ola de calor de 2022 y la más temprana desde que hay registros. Este «40 de mayo» con noches tropicales los termómetros han subido entre 5 y 8 grados en muchos puntos de España respecto a los valores del día anterior, sobre todo en el cuadrante suroeste peninsular.

La situación de estabilidad generalizada, que favorece la fuerte insolación, junto con la entrada de una masa de aire muy cálido procedente del norte de África por el sur peninsular, causan este ascenso progresivo de las temperaturas, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

De este modo, hoy se superarán los 38 grados en amplias zonas de los valles del Guadalquivir, Guadiana y Tajo, o que se alcancen los 40 de manera en el suroeste. Las temperaturas subirán durante el fin de semana y probablement a comienzos de la próxima, de manera que a partir de mañana se superarán los 38 grados en gran parte de la zona centro, Extremadura, norte de Andalucía y oeste de Castilla-La Mancha.

Según la Aemet, es posible que los termómetros sigan subiendo hasta el miércoles.

La Aemet también informó ayer de que los fenómenos extremos protagonizaron el clima en España en 2021, uno de los siete años más cálidos a escala global. Así lo recoge su «Informe sobre el estado del clima de España 2021». Se detalla que el año pasado el clima en Europa fue más frío que en otros anteriores pero, aún así, registró temperaturas superiores al promedio normal.

En el caso de España, 2021 fue el undécimo más cálido desde 1961. El documento constata una acumulación de años cálidos en la época más reciente ya que siete de los diez años con temperatura media más alta se han registrado en el último decenio.

El documento refleja un aumento de temperaturas generalizado y señala que el ascenso de los valores medios está ligado a un incremento de los récords diarios de temperatura en España. Así, en 2021 hubo 13 récords de días cálidos y ninguno de días fríos.

En el caso de la temperatura superficial de las aguas marítimas circundantes a España también está experimentando un ascenso: desde 2003, todos los años han registrado una temperatura media superior al promedio normal. En 2021, la diferencia fue de 0,3ºC por encima de lo habitual, aunque en zonas del Mediterráneo y del golfo de Cádiz se alcanzaron anomalías de 0,7ºC.

En el apartado de los gases de efecto invernadero, se alcanzaron valores de récord en 2021 en el Observatorio Atmosférico de Izaña, en Tenerife.

El CO2 alcanzó una concentración de 416,5 ppm (partes por millón), lo que supone un aumento de 2,5 ppm con respecto al año precedente.

Año seco

En 2021 llovió en el conjunto de España 569,2 l/m2, lo que supone un 11% menos de lo normal considerando el periodo de referencia de 1981-2010. Por ello, fue un año seco, el decimocuarto más seco desde el comienzo de la serie en 1961, y el séptimo del siglo XXI.

Aunque en 2021 no se detectaron condiciones de sequía meteorológica a largo plazo en el conjunto de España, los meses de octubre y noviembre iniciaron un período de escasez de precipitaciones que finalmente desembocó en sequía meteorológica a finales del invierno 2021-2022, añade el estudio.

Un análisis detallado por grandes cuencas indica que todas ellas se encontraban en situación de déficit de precipitaciones al término de diciembre de 2021 excepto las del Tajo, Júcar y Segura, mientras que las del Sur y del Pirineo oriental entraban en situación de sequía meteorológica a 12 meses.

Las horas de sol fueron en 2021 superiores al promedio normal en el oeste peninsular y Canarias; por el contrario, en la fachada mediterránea hubo menos insolación que de costumbre. Este patrón fue especialmente acusado durante la primavera, estación que resultó más lluviosa de lo habitual en la fachada mediterránea, mientras que en las vertientes atlántica y cantábrica fue muy seca.