Prevención ineficaz

Los españoles, segundos de Europa con peor salud mental

Solamente por detrás de Portugal, España suspende además, con un 4,1 sobre 10, en la asistencia sanitaria a través de recursos públicos

Espacio interactivo "La Llorería", que visualiza los trastornos en la salud mental
Espacio interactivo "La Llorería", que visualiza los trastornos en la salud mentalJesús G. FeriaLa Razon

Los españoles no gozamos de buena salud mental. Sólo los portugueses están peor que nosotros. Y el resto del mundo no anda mucho mejor. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha constatado en sus informes quemás de 110 millones de personas padecen algún tipo de trastorno mental. Unas cifras que en la realidad podrían ser mucho mayores debido al estigma que rodea a este tipo de enfermedades y la falta de diagnóstico. La pandemia del coronavirus ha incrementado en un 25% los casos de ansiedad y depresión y esto podría ir en aumento. En Europa, un informe presentado ante el Parlamento en Bruselas, y que analiza 55 indicadores en el club comunitario y Reino Unido, estas cifras podrían verse afectadas debido a factores como la guerra en Ucrania, el cambio climático y la migración.

Si analizamos la situación en cada país europeo, España es el Estado con mayor número de personas que padecen algún tipo de dolencia mental, tan sólo por detrás de Portugal y seguido de Grecia e Irlanda. Según las conclusiones del estudio realizado por el think tank The European House- Ambrosetti en colaboración con Angelini Phama, con datos de 2019, más de 20.000 personas por 100.000 habitantes en España sufren de dolencias como la depresión, autismo, ansiedad, esquizofrenia, alteraciones bipolares, déficit de atención e hiperactividad, desórdenes intelectuales y de conducta.

La media europea, contabilizando Reino Unido, se encuentra en los 15.000 casos por 100.000 habitantes. En el otro lado de la balanza se sitúan los países del Este como la República Checa, Rumanía y Eslovaquia que no llegan a esta cifra.

Si atendemos a los recurso públicos empleados para hacer frente a estos trastornos –siendo 0 la peor nota y 10 la mejor– España suspende con un 4,1. Una cifra que sólo resulta inferior a Francia que obtiene una calificación de un 2,1 dentro de las grandes economías de la zona euro. Entre los que mejor saben atender este tipo de dolencias se encuentran Holanda, Bélgica y Portugal.

Según los autores del estudio, para medir la calidad en la atención se han tenido en cuenta factores como el porcentaje de altas hospitalarias, media de longitud de las estancias en centros o la consultas. En el extremo de los peores alumnos de la clase se encuentran Letonia (2,1), Grecia (1,7) y Rumania (1).

En cuanto al dinero empleado como porcentaje del gasto en salud, España se sitúa por debajo de los Veintisiete y Reino Unido, con un 5% frente al 5,2%. Entre los que más gastan, se encuentran Francia (14,5%), Alemania (11,3%), Suecia (10%) y las islas británicas (9,5%). Este informe también recuerda que en diciembre de 2021, España anunció un plan de 100 millones de euros (el primero en 12 años) para mejorar la atención a las personas que sufren problemas de salud mental y que esto incluye una línea telefónica 24 de prevención del suicidio gestionadas por las comunidades autónomas.

Este estudio recoge que más de 235.000 muertes al año se deben a problemas mentales y de comportamiento. La media de los Veintisiete y Reino Unido se sitúa en 37,7 por cada 100.000 habitantes según los datos de 2020. España supera esta cifra con 45,8, aunque lejos de otros países como Reino Unido (85), Alemania (71,3) y Holanda (67,3).

Las conclusiones de esta investigación indican que las personas con problemas severos de salud mental tienen muchas más posibilidades de una muerte prematura que el resto de la población y los datos dentro del club comunitario arrojan resultados muy diferentes según cada país. En la UE, el 4,5% de las muertes entre mujeres se deben a este tipo de trastornos frente al 2,8 de los hombres. En grupos de edad, este tipo de fallecimientos son más comunes en personas mayores de 65 años.

Por primera vez desde que se puso en marcha esta iniciativa en 2017, el índice de Salud Mental ha examinado el impacto de los factores medioambientales en el desarrollo de dolencias vinculadas con la salud mental. Esto incluye ámbitos como contaminación, las horas de exposición a la luz del sol, la pobreza y malas condiciones de la vivienda, las consecuencias de una catástrofe natural, falta de espacios verdes, las conflictos bélicos o la necesidad de emigrar a otro país.

Los países más cercanos a Ucrania verán resentida la salud mental de sus habitantes. En cuanto a la posibilidad de una nueva recesión económica, el texto recuerda que durante la crisis financiera en España, los profesionales de atención primaria tuvieron que atender a un 19,4% de pacientes con depresión, un 8,4% con problemas de ansiedad, un 7,3% con trastornos somatomorfo y un 4,6% por ingesta abusiva de alcohol.

Precisamente ayer se presentó un nuevo recurso tecnológico español de ayuda para los psicólogos: ir el paciente a su consulta, colocarse unas gafas de cristal y poder ver juntos una criatura que representa su estado emocional, que muta según sus propios latidos cardíacos y su respiración es lo que propone el proyecto LYNX, desarrollado por el centro tecnológico ITI, radicado en Valencia.