Alerta en hospitales

La epidemia de bronquiolitis alcanzará su pico máximo esta semana

La saturación de las urgencias y las plantas de pediatría, unido a la falta de profesionales y a la escasez de algunos antibióticos en España, preocupan a las autoridades sanitarias y a los especialistas

Desde el pasado octubre, los casos de bronquiolitis en niños pequeños han aumentado rápidamente a nivel mundial, junto con la preocupación y la alarma social. Los sistemas sanitarios de varios países han tenido que adaptar sus servicios para atender al creciente número de pacientes pediátricos que están recibiendo. El virus respiratorio sincitial (VRS), su principal causante, se está propagando más velozmente este año y provocando más infecciones. Es otra consecuencia de la covid.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, Europa y otras regiones ya están vigilando con cierta inquietud esta epidemia, que sigue presionando los hospitales pediátricos porque afecta de forma más grave a los niños más pequeños. Pero es concretamente el grupo de 1 a 2 años el que está superando los registros de los años previos a la pandemia.

Según los últimos análisis del grupo de biología computacional BIOCOM, de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), la incidencia en bebés menores de un año está en niveles muy altos: 1.921 enfermos por 100.000 habitantes según el último parte del Sistema de Información para la Vigilancia de Infecciones en Cataluña (SIVIC), correspondiente a la semana pasada.

Sin embargo, según BIOCOM, los datos de los menores de un año están dentro del promedio de años previos a la pandemia de la covid, que se toman de referencia porque no contaban con el efecto alterador del SARS-CoV-2 y las correspondientes medidas de prevención, aplicadas especialmente en 2020 y 2021. En cambio, «si analizamos el comportamiento del tramo de 1 a 2 años vemos que en este sí que se ha superado claramente el promedio de casos en años prepandémicos», por lo que «el exceso actual respecto a un año normal sería por este grupo de edad», destaca el investigador del BIOCOM, Toni Sanclement.Por proyecciones matemáticas, calculan que el pico de la epidemia de bronquiolitis puede llegar esta semana, aunque puntualizan que esto está condicionado a que el VRS se comporte de la misma manera que otros años.

Déficit inmunitario

Por otro lado, este déficit inmunitario- condicionado porque,durante la pandemia de la covid, la población en general tuvo pocas oportunidades de infectarse con el VRS- podría explicar por qué este virus vuelve con más fuerza cuando han desaparecido las medidas preventivas encaminadas a contener la covid. Se nota especialmente en los recién nacidos, puesto que las madres transfieren sus defensas al feto a través de la placenta y, después del nacimiento, a través de la leche. Así, los recién nacidos están protegidos frente al VRS durante los primeros meses de vida siempre y cuando sus madres lo estén.

La Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), por su parte, ha mostrado estos días su preocupación por la incertidumbre de cuándo se llegará al pico de casos de bronquiolitis en niños, después de que los casos se hayan multiplicado en el último mes y los servicios de urgencias sitúen en alrededor de un 40% más los contagios respecto a otros años. «Lo inusual de esta epidemia es que ha venido con adelanto. Normalmente el virus respiratorio empieza en noviembre y alcanza su máximo a mediados de diciembre, pero este año la epidemia empezó antes, en el mes de octubre, y ahora mismo, a mediados de noviembre, estamos ya por encima de lo que habitualmente veíamos en el pico de las epidemias antes de la pandemia, que se producía más o menos a mediados de diciembre», señala David Andina, pediatra y vocal de la SEUP.

«Nuestra gran preocupación es que la epidemia siga creciendo y seamos incapaces de afrontarla tanto en los servicios de urgencia y, en las unidades de hospitalización como en las ucis», subraya el experto. Eduardo Consuegra, jefe de servicio de pediatría del Hospital Clínico de Salamanca, es de la misma opinión, y considera que hay una serie de medidas que se pueden tomar para enfrentar esta situación. «Intentamos minimizar los tiempos de estancia, tanto en planta como en la UCI pediátrica, aunque para nosotros es una práctica habitual y normalmente intentamos que los niños regresen a sus casas en cuanto sea posible. El VRS es un virus de trasmisión respiratoria con gran facilidad para ser contagiado, lo que hace que las medidas de higiene, como el lavado de manos y uso de mascarillas en el hogar ofrezcan una utilidad limitada. Aun así, aconsejamos que en los hogares donde hay niños muy pequeños se extremen estas medidas, dada la susceptibilidad de los mismos a contagiarse y a padecer una enfermedad potencialmente grave», explica.

Cerrar guarderías

En muchos países del hemisferio Sur, se cerraron las guarderías durante 2-4 semanas, por lo que algunos expertos recomiendan que se plantee esa posibilidad en España. «Esperemos que la Asociación Española de Pediatría (AEPED) y el Ministerio de Sanidad se manifiesten al respecto», destaca Francisco J. Roig, neumólogo del Hospital Universitario HM Monteprincipe, de Madrid. «Debemos dar un mensaje claro: si en casa hay niños pequeños no escolarizados, que no tengan contacto con otros escolarizados, cuidémoslos, limitemos las visitas a los recién nacidos y no acudamos a reuniones con más gente estando acatarrados», añade.

Otro asunto que también puede complicar las cosas es la escasez de antibióticos –especialmente de amoxicilina infantil – un tema que sobre el que la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) ya alertó hace unas semanas. Sin embargo, médicos y farmacéuticos piden tranquilidad: «ningún niño se va a quedar sin tratamiento». No obstante, la Agencia recomienda ajustar la dosis al peso de los niños y utilizar otras presentaciones que se pueden fraccionar.

La solución al VRS, cada vez más cerca

En los últimos años el desarrollo de nuevos tratamientos y vacunas frente al VRS ha experimentado grandes avances. Actualmente, existen alrededor de 39 aproximaciones en distintas fases de ensayos clínicos.

Una de las más prometedoras es el anticuerpo nirsevimab, aprobado hace poco por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). Este fármaco evita que el virus entre en nuestras células. Su principal ventaja respecto al fármaco de referencia anterior -palivizumab- es que una única inyección intramuscular protege a neonatos y lactantes durante su primera temporada del VRS.