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Adiós definitivo a separar las yemas de las claras: la solución de Mercadona que jubila un gesto milenario

Mercadona busca simplificar la vida en la cocina con su última novedad: yemas de huevo congeladas que mantienen todo su valor nutricional y evitan el desperdicio de alimentos en los hogares españoles

Supermercado Mercadona
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Desde un clásico tocino de cielo hasta una untuosa salsa carbonara, la yema de huevo es el ingrediente secreto, el alma de innumerables recetas que definen nuestra gastronomía. Su capacidad para aportar cremosidad, color y sabor es indiscutible, pero su uso a menudo implica una tarea que no todos disfrutan: la de separar con cuidado la yema de la clara, un paso que consume tiempo y puede generar desperdicios.

Precisamente por ello, Mercadona ha decidido atajar el problema de raíz con un producto innovador en su lineal de congelados. La cadena de distribución valenciana ha puesto a la venta yemas de huevo pasteurizadas y ultracongeladas, ofreciendo una solución práctica y eficiente tanto para cocineros caseros como para profesionales de la hostelería. Se presentan en un formato de 250 gramos, listo para descongelar y utilizar al momento.

De hecho, la gran baza de este lanzamiento es la comodidad que ofrece en la cocina. Con esta propuesta, se acabó separar las claras y preocuparse por el qué hacer con ellas. El formato permite dosificar únicamente la cantidad necesaria para cada plato, lo que ayuda a optimizar los ingredientes y a reducir de forma notable el despilfarro alimentario en los hogares.

Calidad y precio para una cocina sin complicaciones

Asimismo, una de las principales garantías del producto es que el proceso de ultracongelación asegura que las yemas mantengan intacto su valor nutricional. Esto significa que conservan todas sus propiedades originales, incluyendo su aporte de proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales, sin que el sabor o la textura se vean alterados. Todo ello por un precio muy competitivo de 2,75 euros por envase.

Por otro lado, su polivalencia abre un enorme abanico de posibilidades culinarias. En el terreno de la repostería, son el ingrediente fundamental para elaborar postres tan tradicionales como flanes, natillas o crema catalana. Sin embargo, su utilidad va mucho más allá, siendo perfectas para enriquecer y espesar salsas como la holandesa, para ligar rellenos de carne y pescado o, incluso, para dar un acabado dorado y crujiente a los rebozados.