Salud

Bultos en el cuello, cómo se trata un nódulo tiroideo

Los nódulos tiroideos tienen una prevalencia muy alta, ya que los padece un 50% de la población y el porcentaje de nódulos tipificados como cáncer se sitúa entre el 4% y 6,5%

Bulto en el cuello
Bulto en el cuelloDreamstime

Un nódulo tiroideo es un crecimiento anormal en la glándula tiroides, una pieza clave en la producción de hormonas que se encuentra ubicada en la región anterior del cuello. Estos nódulos pueden variar en tamaño y consistencia y, aunque la mayoría de ellos son benignos y no causan signos ni síntomas, es importante vigilarlos debido a su riesgo potencial de malignidad y a los efectos que pueden tener si crecen en exceso.

Y es que, ocasionalmente, algunos nódulos pueden llegar a ser tan grandes que es posible detectarlos mediante el tacto como bultos, o pueden verse como una hinchazón en la base del cuello, en lo que se conoce como bocio. Pueden crecer tanto que llegan a presionar la tráquea o el esófago, lo cual causa falta de aliento o dificultad para tragar.

Los nódulos tiroideos tienen una prevalencia muy alta, ya que los padece un 50% de la población y el porcentaje de nódulos tipificados como cáncer se sitúa entre el 4% y 6,5% de la población afectada por ellos. Por tanto, solo un pequeño número de nódulos tiroideos son cancerosos, pero no es posible determinar cuáles lo son evaluando solo los síntomas. La mayoría de los nódulos cancerosos crecen lentamente y pueden ser pequeños cuando el médico los descubre. El cáncer de tiroides agresivo, con nódulos grandes, firmes, fijos y de rápido crecimiento, es poco frecuente.

Los benignos deben ser ante todo vigilados, por si sufrieran alguna evolución negativa. Esto suele implicar la realización de un examen físico y pruebas de función tiroidea a intervalos regulares. También puede incluir una ecografía y algunas biopsias. Si el nódulo tiroideo benigno no cambia, es posible que nunca necesite tratamiento, pero sí seguimiento constante.

La cirugía y sus riesgos

“El tratamiento tradicional para los nódulos tiroideos depende del tipo de nódulo, pero casi siempre incluye la cirugía”, explica el Dr. Rida Nagib, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Marbella, si bien avanza que “la terapia de ultrasonidos HIFU empieza a ser una buena alternativa menos invasiva”.

En ocasiones, el nódulo no canceroso puede requerir cirugía si es tan grande que dificulta la respiración o la deglución. Los médicos también pueden considerar la posibilidad de operar a las personas con bocios multinodulares grandes, en particular cuando los bocios comprimen las vías respiratorias, el esófago o los vasos sanguíneos. Los nódulos diagnosticados mediante una biopsia como indeterminados o sospechosos también necesitan extracción quirúrgica, para que se los pueda examinar en busca de signos de cáncer.

Dr. Rida Nagib, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Marbella
Dr. Rida Nagib, jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud MarbellaLa Razón

“Si un nódulo tiroideo está produciendo hormonas tiroideas y sobrecargando los niveles normales de producción hormonal de la glándula tiroides (hipertiroidismo), puede ser necesario un tratamiento específico contra esta afección, tratamiento que puede incluir yodo radioactivo,medicamentos específicos, o, de nuevo, como en el caso anterior, cirugía. En cuanto a los nódulos cancerosos, la extirpación quirúrgica ha ido siempre el tratamiento común”, indica el especialista.

Pero los riesgos de la cirugía de tiroides incluyen el daño al nervio que controla las cuerdas vocales y el daño a las glándulas paratiroides, cuatro glándulas diminutas ubicadas en la parte posterior de la tiroides que ayudan a controlar los niveles de minerales del cuerpo, como el calcio.

Por eso, la terapia de ultrasonidos HIFU apuntada por el doctor Nagib empieza a abrirse camino, ya que utiliza ultrasonidos de alta precisión para dirigirse al nódulo tiroideo y reducir su tamaño sin necesidad de cirugía invasiva.

“Se trata de una técnica vanguardista que aún no está disponible en muchos centros hospitalarios, pero que empieza a ofrecer resultados positivos. Los pacientes tratados con esta terapia han experimentado una reducción significativa del tamaño de los nódulos y una mejoría en los síntomas asociados. Los problemas al tragar han sido corregidos y, estéticamente, los nódulos ya no son visibles a simple vista”, señala el especialista del Hospital Quirónsalud Marbella.

No obstante, apunta, es preciso un estudio previo para evaluar la idoneidad del tratamiento en cada paciente. Se establece un filtro para asegurar que aquellos con nódulos de tamaño adecuado sean candidatos para esta técnica. Además, la terapia de ultrasonidos HIFU es especialmente recomendada para pacientes con nódulos en fase de crecimiento constante que comprimen otras estructuras y causan síntomas como dificultad para tragar o respirar.

En todo caso, la terapia de ultrasonidos HIFU ofrece una alternativa no invasiva y prometedora para el tratamiento de nódulos tiroideos benignos.