Cierran una isla-resort de lujo con piscina, helipuerto, restaurante, iglesia y spa ilegales

Ha sido el sueño, por distintos motivos, del escritor Homero, de la clase bien de la época romana o del bailarín ruso Nureyev. También uno de los parajes más bonitos de la costa italiana. Y, ahora, se ha convertido en la víctima de la policía fiscal italiana. La culpa: montar un resort de lujo por todo lo alto sin respetar las leyes medioambientales.

La osadía le ha costado muy cara a los propietarios de una pequeña isla con forma de delfín llamada 'Li Galli', situada en esa maravilla de la naturaleza llamada Costa Amalfitana, al sur de Nápoles, que forma parte del catálogo del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1997.

Allí se había levantado un resort de lujo que ahora las autoridades fiscales italianas han requisado por contravenir la legislación medioambiental. Según informa Efe, la Guardia de Finanza (policía fiscal) ha requisado el resort, su puerto y la desaladora por estar construidos "abusivamente" y el juez de Salerno (sur) ha imputado a su dueño una serie de delitos ambientales y urbanísticos, según los medios locales.

La Fiscalía cree que en la isla, de propiedad privada pero bajo protección estatal por su patrimonio arqueológico, se ha abierto todo un "asentamiento urbanístico" publicitado en varios portales especializados en el turismo del lujo.

La isla "Li Galli" cuenta de hecho con casas con piscina, helipuerto, un restaurante, una iglesia y un centro de bienestar, todo construido presuntamente sin los preceptivos permisos.

Propietarios famosos

El resort ha sido destino de personalidades de fama internacional, incluso en tiempos de los antiguos romanos, que dejaron ahí restos de su presencia. En el pasado fue propiedad del bailarín ruso Rudolf Nuréyev, por contravenir la legislación medioambiental.

Esta isla es la más grande del Archipiélago de las Sirenas, llamado así porque en estos parajes situó Homero en la "Odisea" la casa de las legendarias mujeres-pez, y tiene una forma alargada de solo unos 400 metros de longitud.

Habitada desde época romana, frente a la península de Sorrento, "Li Galli" fue comprada en 1924 por el coreógrafo y bailarín ruso Léonide Massine, construyendo en sus rocas una gran villa cuyo diseño es atribuido a Le Corbusier.

Posteriormente, en 1989, fue comprada por la estrella de la danza rusa Rudolf Nuréyev, hasta que tras su muerte, en 1993, fue adquirida por el empresario hotelero italiano Giovanni Russo.