Psicología
Cómo cultivar patrones mentales positivos para mejorar su bienestar emocional y mejorar tu rendimiento
Si no tenemos control sobre los procesos mentales que guían nuestro comportamientos, podemos dejar pasar oportunidades que nos ayudarían a crecer y evolucionar
Hemos escuchado muchas veces eso de que “lo que se come se cría”. Y es cierto, ingerir alimentos de poca calidad nutricional tiene un impacto inmediato en nuestro cuerpo y en nuestro estado de ánimo. Por eso las dietas saludables se basan -esencialmente- en escoger aquellos alimentos que nos aportan salud y en desechar aquellos que son perjudiciales para nosotros. Sin embargo, lo que poca gente entiende es que nuestros hábitos alimenticios no son los únicos que debemos cuidar… cuidar de los procesos mentales que nos guían en nuestro día a día es igual de importante.
Nuestras elecciones en la vida están determinadas por los patrones a los que obedecen nuestros pensamientos. Si no tenemos el control sobre ellos, podemos dejar pasar oportunidades que nos ayudarían a crecer y evolucionar. En cambio, si nos conocemos a nosotros mismos e incluimos en nuestra “dieta mental” buenos ingredientes, seremos capaces de controlar estas emociones y pensamientos y podremos aprovechar al máximo las oportunidades que se nos presentan y convertirnos así la mejor versión de nosotros mismos.
Una mirada honesta
La relación que tenemos con nosotros mismos es la más importante de todas, porque es la que establecemos desde el principio de nuestra existencia y la que nos acompañará hasta el final. Si esta relación es disfuncional, puede afectar negativamente a nuestra vida y nuestras relaciones con los demás.Y para evitar que nuestra relación con nosotros mismos sea tóxica, es importante que nos valoremos y nos tratemos con amor, respeto y comprensión. Debemos aceptar nuestro potencial y estar dispuestos a trabajar en nosotros mismos para ser mejores cada día. Esto no significa -en absoluto- que debamos considerarnos una "obra terminada", sino que debemos estar abiertos a crecer y mejorar continuamente.
Y para poder avanzar en la dirección correcta, es fundamental saber dónde nos encontramos. Debemos conocernos a nosotros mismos y entender cuáles son nuestros patrones mentales que nos guían, para así averiguar en qué estamos fallando. Si no pasamos por este trámite, no podremos buscar un remedio eficaz a nuestros problemas. Cada vez que nos enfrentamos a una situación, nuestro cerebro automáticamente comienza a procesar la información y a buscar una respuesta. Sin embargo, si nuestra mente está llena de pensamientos negativos, es muy probable que nuestra respuesta sea igualmente negativa.
Para evitar esto, es necesario entrenar nuestra mente. Una forma de hacerlo es a través de la meditación. La meditación nos permite entrenar nuestra atención y concentración, lo que nos ayuda a ser más conscientes de nuestros pensamientos y emociones. De esta manera, podemos identificar patrones de pensamiento negativos y reemplazarlos por pensamientos más positivos y constructivos.
Otro consejo es establecer objetivos claros y realistas. Cuando tenemos un objetivo en mente, es más fácil mantener el enfoque y la disciplina necesarios para alcanzarlo. Además, al establecer objetivos realistas, evitamos la frustración y el desánimo que pueden surgir cuando nos imponemos metas inalcanzables. También es importante aprender a manejar el estrés. El estrés puede afectar negativamente nuestra capacidad para tomar decisiones sabias y efectivas. Por lo tanto, es fundamental encontrar formas de manejar el estrés, como hacer ejercicio, meditar o practicar técnicas de respiración.
Por último, es importante rodearnos de personas positivas y motivadoras. Las personas con las que nos relacionamos pueden tener un gran impacto en nuestra mentalidad y en nuestra capacidad para alcanzar nuestros objetivos. Por lo tanto, es fundamental rodearnos de personas que nos apoyen y nos motiven a ser la mejor versión de nosotros mismos.
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