Madrid

Ehsan Mehrabi: «Los iraníes quieren la libertad de elegir a un Gobierno que les represente»

Ehsan Mehrabi, periodista iraní. Encarcelado y exiliado en Alemania por sus informaciones, participó ayer junto a Majid Al-Bunni, en la presentación del Informe Anual sobre Libertad de Prensa de Reporteros sin fronteras

Ehsan Mehrabi, periodista iraní
Ehsan Mehrabi, periodista iranílarazon

G. Granda.- Este periodista parlamentario conoce de cerca la situación de los profesionales en países en las que el Gobierno impone un control muy duro sobre lo que se emite y publica.

Este periodista parlamentario conoce de cerca la situación de los profesionales en países en las que el Gobierno impone un control muy duro sobre lo que se emite y publica. Su afán de informar sobre la polémica reelección de Mahmoud Ahmadinejad en 2009, acabó con sus huesos «en una celada colectiva de 50 metros cuadrados compartidos con otros 25 reclusos» durante un año, en el que algunos murieron por la negligencia de las autoridades. Su delito: «colaborar con medios de comunicación extranjeros que emiten noticias de Irán desde fuera de nuestras fronteras como la BBC». Ayer, durante la presentación del Informe Anula de Reporteros sin Fronteras sobre libertad de expresión en 2014, Ehsan Mehrabi explicó que «la radiotelevisión del país está monopolizada por el estado y quieren mantenerlo así. Allí ni siquiera el Gobierno tiene permiso para poseer una televisión y las que hay, operan bajo el control del líder supremo de la república islámica, Alí Jamenei». Además, un par de medios «los controlan las entidades militares», aunque añade que «no atraen a la gente por que no cuentan la verdad; así que los medios no gubernamentales tienen más influencia a pesar de tener una vida más corta». El periodista indicó que aunque se cierran menos medios y se detiene a menos profesionales, el año pasado «aún hubo 10 compañeros detenidos y un medio que cerró por publicar una foto de George Clooney con una pancarta de ‘’Yo soy Charlie’’».

-¿Qué opinan en su país sobre el ataque a la revista «Charlie Hebdo»

- En él, un colectivo de periodistas emitió un comunicado condenando el ataque a pesar de las consecuencias que eso les podía acarrear.

-Vistas las cifras y barbaridades cometidas contra periodistas, ¿dónde está el límite?

-Realmente, más allá de la limitaciones que ponen los gobiernos y los regímenes dictatoriales hay muchos países en el que estas instituciones no ponen tantas trabas a la libertado de opinión o de los periodistas, sino que, las pone la cultura y la religión y la forma de pensar de algunos profesionales. Se autocensuran. Para mí éste es el límite más importante y por eso hay que poner mucho énfasis en promover la enseñanza entre la gente, jóvenes y niños, para hacerles creer en la libertad de expresión, sobre todo, en temas religiosos. Los países occidentales pueden colaborar en este tema y ayudar a los de Oriente Medio que tienen estos problemas.

- En muchos casos tanto peligro corre el profesional como su familia...

. El mejor ejemplo es el de mi mujer. Ella no tiene la culpa de lo que me ha pasado a mí, pero al final también le ha afectado de manera muy dura. Fue directora de una oficina semi estatal y era un buen trabajo con buen nivel socialmente hablando. Pero la han obligado a dejarlo, tanto a ella como otros miembros de mi familia, que ahora no tienen posibilidades de acceder a ciertas profesiones o carreras en la universidad. Yo sé que no puedo volver a mi país, pero mi mujer no tiene ningún problema, aunque hasta ella se teme que no pueda regresar porque al llegar a Irán las autoridades verán que es la esposa de un periodista que ha hecho algo que no ha gustado al Gobierno y la detendrán a ella y a su familia. Y eso es muy duro

-¿Qué sensación causa que por decir la verdad sobre la situación de un país como Irán signifique que renieguen de ti y tengas que exiliarte?

- Es una realidad muy amarga, que me ha pasado a mí y a gente como yo, que tenemos que dejar nuestra tierra, nuestra patria para buscar dónde trabajar para informar de nuestro país. Pero en otros lugares también tendremos problemas. Por ejemplo, cuando me exilié a Turquía muchas veces me dijeron (cuando me quejaba de mi situación): «Nadie os ha invitado a venir aquí, podéis no venir si tenéis problemas. Vas huyendo de un problema y te encuentras con otro.

-Siendo la Prensa el cuarto poder, ¿puede luchar contra las injusticias de los otros tres en Irán?

-En caso de mi país con gobiernos como el de Mahmoud Ahmadinejad, el problema es que tanto el Estado como el poder judicial nos impedían trabajar o nos mandaban instrucciones de cómo teníamos que hacerlo. Pero aunque otros gobiernos como el de los reformistas de ahora, nos ofrecen algo de apoyo, todavía no es bastante. Y llegas a un punto en el que dices que no tengo salida; no puedes aspirar a nada más.

- ¿Cuál es la situación que quiere denunciar ahora mismo en Irán?

-Como periodista e iraní, lo más importante de la libertad del pueblo es la libertad de elegir a un Gobierno que nos represente, porque del resto ya nos ocuparemos nosotros; el pueblo iraní ya es bastante maduro para, a partir de ahí, hacer que progresemos y avance el país.