El maquinista permanece detenido a la espera de declarar

El maquinista del tren accidentado, Francisco José Garzón Amo, comentó a dos agentes de la Policía que le acompañaron al hospital en el que se encuentra internado que, en el momento de producirse la tragedia, el convoy iba a 190 kilómetros por hora.

Según han comentado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, aunque no se trate de una declaración formal, lo dicho ante agentes de las Fuerzas de Seguridad cobra la fuerza de testimonio, aunque después, cuando se le tome declaración, tanto por parte de la Policía como del juez, se negara a contestar e hiciera uso de su derecho constitucional a no decir nada contra sí mismo.

En cualquier caso, la «caja negra» del tren, que ya se encuentra bajo custodia judicial, ofrecerá datos definitivos sobre las causas del accidente y la velocidad a la que iba el convoy.

A media tarde de ayer, no había sido abierta , a la espera de las instrucciones que dé el juez en su momento.

Garzón se encuentra ingresado en el Hospital Clínico de Santiago, custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía que están dentro de su habitación para evitar cualquier imprevisto.

La Policía ha recibido el encargo del magistrado de tomarle declaración como imputado antes de presentarle ante su señoría, hecho que se producirá probablemente mañana sábado.

Los responsables policiales se pusieron en contacto con el juez encargado de la instrucción, quien les indicó que mantuvieran al maquinista custodiado, además de tomarle la citada declaración, en la que estará presente su abogado o abogados.

Su compañero, el otro maquinista que iba en el tren, ha recibido ya el alta médica y ha abandonado el hospital. En su momento, también tendrá que prestar declaración sobre los hechos.

El juez no decidirá sobre la situación procesal de Garzón hasta que comparezca ante él y explique lo que ocurrió. Por su parte, fuentes de Renfe han precisado que no han podido realizar al maquinista la prueba de alcoholemia protocolaria tras los accidentes, porque desde un principio ha quedado bajo la custodia de la Policía .El Tribunal Superior de Justicia de Galicia señaló ayer, en una nota, que Garzón no ha pasado a disposición judicial y que el magistrado a cargo de la causa ha ordenado a la Policía la custodia de la «caja negra». De hecho, la prioridad de autoridades y Fuerzas de Seguridad se centra en las víctimas, en las fallecidas y en las que están heridas.