Desnutrición

España está a la cabeza de Europa en pobreza infantil

Un informe de la Fundación Madrina denuncia que la exclusión alimentaria lleva a 2 millones de niños a sufrir malnutrición

Poblado gitano de la N-6. Pobreza infantil
Poblado gitano de la N-6 La Razón

La Fundación Madrina presentó hoy un informe con motivo de que el próximo viernes se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Y el dato principal muestra una realidad insostenible: España se mantiene como el primer país de Europa en pobreza infantil.

La Fundación denuncia que la exclusión alimentaria está llevando a cerca de 2 millones de niños a sufrir malnutrición.

La razón es un drama cotidiano: las familias vulnerables deben destinar entre el 50% y el 80% de su presupuesto a alimentación, obligándolas a tomar la decisión desgarradora de elegir cada mes entre alimentar a sus hijos o pagar el alquiler.

«La crisis de la pospandemia, unida a la escalada de precios, ha generado una situación de emergencia alimentaria sin precedentes para las familias con niños pequeños. El coste de la leche maternizada y los pañales puede suponer 110 euros al mes, una cifra inalcanzable para un hogar con un solo salario de 1.323 euros que ya destina el 60% a la vivienda», afirma Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina. Asimismo, añade, «estamos viendo a madres que tienen que elegir entre comprar una caja de lápices de colores o poder llenar la nevera esa semana. Esta no es una elección que nadie deba hacer. No podemos permitir que una mochila vacía se convierta en la primera barrera educativa», añadió Giménez.

También destacó que es inaceptable «que el futuro de 2 millones de niños se hipoteque por no poder elegir entre una nevera llena o una mochila completa. Es una responsabilidad nacional romper este ciclo de pobreza». Igualmente, subrayó que la educación es la palanca más poderosa para romper el ciclo de la pobreza. Sin embargo, España invierte solo el 4,6% de su PIB en educación, muy por debajo del 7% necesario para salir de la «pobreza educativa» y lejos de la media de la UE (5,3%) y de países referentes como Finlandia (7,9%).

Maternidad

Esta precariedad social tiene un impacto directo en la salud y el desarrollo de los menores. La calidad de la nutrición disminuye en las madres, lo que provoca que las embarazadas de familias vulnerables se alimenten peor.

Esto dificulta la lactancia materna, aumentando en España la alimentación artificial de los bebés por encima de la media europea, con el consiguiente riesgo de alteraciones en el desarrollo neurofisiológico del menor.

Ante esta emergencia, la Fundación Madrina contribuye a paliar la pobreza de alimentación infantil con su Banco del Bebé. Este recurso supone para las familias vulnerables un ahorro crucial de entre 100 y 400 euros mensuales en comida –dependiendo si son monoparentales o familias numerosas–, un verdadero salvavidas económico.

Además del hambre, Madrina combate la pobreza educativa. El coste del material escolar puede suponer hasta 200 euros por menor y año, en colegios privados puede costar hasta 1.000 euros escolar y año.

La organización denunció que muchas familias no pueden cubrir estos gastos, ni añadir fruta o merienda diaria –exigida por los centros–, viendo a sus hijos excluidos de «actividades escolares» o, directamente, «no se les deja entrar en las aulas» por no poder cubrir el gasto de libros que cambian cada año o cada dos años.

Como respuesta directa, Madrina entrega un año más material escolar a más de 200 menores, aportando una ayuda extra a las economías de las familias más vulnerables.

Además de la crisis alimentaria, el regreso a las aulas se ha convertido en una barrera insalvable. El apartado «Vuelta al Cole» del informe muestra a ésta como la más cara de la historia, con un desembolso medio anual de 2.484,82 euros por niño en infantil o primaria. Sorprendentemente, el gasto principal no son los libros, sino la alimentación exigida por los centros escolares, que representa el 71%, hasta 1.757,45euros del coste total.

Inversión en educación

Para combatir la «pobreza educativa» que se profundiza con estos gastos, la Fundación reclama una inversión en educación del 7% del PIB, ya que España solo invierte el 4,6%, situándose a la cola de los países desarrollados.

La Fundación Madrina subraya que la lucha contra la pobreza materno-infantil se basa en dos pilares: la seguridad alimentaria y la educación de calidad, una batalla agravada por los costes insostenibles de la crianza. El coste de criar un bebé menor de 2 años asciende a 468 euros mensuales, siendo 208 euros solo para alimentación e higiene.

Ante esta emergencia, el «Banco del Bebé» de la Fundación se erige como el banco de alimentos materno-infantil más grande de España, distribuyendo 10 toneladas de alimento diario y asistiendo mensualmente a 2.000 familias con 7.000 menores.

Como herramienta clave para romper la cadena de la pobreza, Madrina destaca la labor de su «Universidad de Madres», que ha formado a más de 2.000 mujeres en situación de vulnerabilidad. Este programa integral ha demostrado una alta eficacia, logrando una tasa de inserción laboral del 100% para aquellas participantes con la documentación en regla, ofreciendo más de 30 talleres, e incluyendo apoyo para obtener el Graduado en ESO y enfrentar el abandono escolar.

Fundación Madrina es un proyecto dedicado a la infancia y maternidad más vulnerable, fundada en el año 2000 por Conrado Giménez Agrela.