Medio Ambiente

España se seca y se encienden todas las alarmas: la reserva hídrica cae al 50%

Actualmente es de 28.476 hectómetros cúbicos y seis de los 16 ámbitos se encuentran por debajo del 30% de su capacidad

Después de que se confirmase que 2023 había sido el año más seco desde que existen registros y de que Cataluña declarara ayer la emergencia por sequía en 202 municipios (afectará a 5,9 millones de habitantes) ampliamos el foco y constatamos que la sequía es un problema que afecta ya a toda España de forma alarmante.

La otra gran perjudicada es Andalucía, donde los agricultores ya han advertido de las consecuencias que tendrá para el campo y las cosechas este año. El problema es que ya van muchos encadenando falta de agua de forma continuada. Y es que, a pesar de estar estrenando el mes de febrero; es decir, en pleno invierno, la falta de lluvias vuelve a brillar por su ausencia y buena prueba de ello la dan los embalses a lo largo y ancho de la Península Ibérica: están todos prácticamente a la mitad, una cifra alarmante. De hecho, los últimos datos oficiales muestran que la reserva hídrica española se encuentra al 50,8% de su capacidad total, una cifra que alarma a las autoridades y que ha reabierto el debate sobre la gestión del agua y la necesidad de implementar de forma urgente políticas sostenibles para poder hacer frente a este desafío que tiene pinta de que va a quedarse muchos años y hacerlo de forma que afecte lo menos posible a la población y a sus necesidades básicas.

Así, en Cataluña, por ejemplo, ya han decidido cómo proceder. Las medidas a aplicar las anunciaron ayer el presidente Pere Aragonès y el conseller de Acción Climática, David Mascort, en rueda de prensa tras la reunión extraordinaria de la Comisión Interdepartamental de la Sequía, donde decidieron declarar la emergencia en el sistema Ter-Llobregat después de que las reservas de estos embalses hayan bajado de los 100 hectómetros cúbicos, el umbral para entrar en emergencia.

El Plan Especial de Sequía consta de 3 fases, y ayer se declaró la primera, que supone pasar de una dotación de agua de 210 litros por habitante y día de la fase de preemergencia a los 200; y según el conseller Mascort entrará en vigor hoy cuando se publique en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (Dogc).

En esta primera fase se prohibe también el riego de árboles y jardines botánicos, excepto el de supervivencia y con agua regenerada; el llenado de fuentes ornamentales y lagos, a menos que sea para la preservación de especies autóctonas o en riesgo; y se prohibe el lavado de coches, excepto si es en negocios dedicados a esta función y con agua regenerada.

En cuanto al llenado de piscinas, podrán hacerlo los gimnasios y clubes deportivos con piscinas cubiertas inscritas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat, y también las descubiertas todo el año para el deporte federado, pero se deberá compensar el gasto de agua con el cierre parcial de duchas.

Lo mismo sucede en el caso del deporte federado que necesite riego, como el fútbol, que en la fase 1 podrá regar los campos pero deberá compensar el gasto de agua con las duchas; y en emergencia tampoco se permitirá el uso de duchas o instalaciones de limpieza de pies en las playas o actividades como fiestas del agua o de la espuma, aunque éstas últimas puedan parecer obvias.

Pero, como decimos, es toda España la que se encuentra en alerta y muchas comunidades tendrá que tomar medidas de forma urgente, si bien la zona norte del país es la que muestra datos más optimistas. Concretamente, la reserva por ámbitos es la siguiente: Cantábrico Oriental se encuentra al 87,7%; Cantábrico Occidental al 81,2%; Miño-Sil al 82%; Galicia Costa al 88,5%; Cuencas internas del País Vasco al 85,7%; Duero al 67,2%; Tajo al 69,1%; Guadiana al 32,8%; Tinto, Odiel y Piedras al 70,7%; Guadalete-Barbate al 14,6%; Guadalquivir al 21,3%; Cuenca Mediterránea Andaluza al 18,3%; Segura al 18,1%; Júcar al 48%; Ebro al 64,4% y cuencas internas de Cataluña al 15,8%.

Parece evidente que Andalucía es una de las comunidades más afectadas y por eso los agricultores ya han advertido de las consecuencias que tendrá para las cosechas. El problema, según los expertos, es que el 80% del agua que se consume actualmente en España se emplea en temas de regadío para la agricultura y solo el 15% para la población y aproximadamente un residual 5% lo consume la industria.

En este sentido, la agencia de calificación de riesgo Moody’s advirtió de los efectos perjudiciales que tendrá la sequía en los sectores industrial y agrícola, así como también los puede tener sobre el turismo. Porque si el problema persiste, alertan desde la agencia, «podemos esperar que también limiten el consumo de agua urbano y doméstico, lo que podría reducir los ingresos del turismo».

También se pronunciaron ayer a este respecto desde Vox. El partido de Santiago Abascal registró ayer en el Senado una iniciativa en la que propone la convocatoria de un referéndum para preguntar a la ciudadanía si estaría a favor de la creación de un Plan Nacional del Agua como una de las medidas para combatir la sequía.