Naturaleza

Un excursionista se horroriza al descubrir algo en un parque nacional protegido

Las fotografías difundidas en redes sociales muestran comportamientos que, aunque algunos visitantes ven como gestos inofensivos, dejan huellas importantes en ecosistemas frágiles

Un excursionista se horroriza al descubrir algo en un parque nacional protegido
Un excursionista se horroriza al descubrir algo en un parque nacional protegidoVisit California

Un reciente testimonio de un senderista en California ha reabierto el debate sobre la responsabilidad de los visitantes en los espacios naturales protegidos. Durante su paso por los parques nacionales de Kings Canyon y Sequoia, este excursionista se encontró con escenas que calificó de "alarmantes": árboles grabados con iniciales, restos de basura desperdigados y turistas caminando y tumbándose sobre praderas de flores silvestres.

Las fotografías difundidas en redes sociales muestran comportamientos que, aunque algunos visitantes ven como gestos inofensivos, dejan huellas importantes en ecosistemas frágiles. En este caso, lo que para unos es una simple acción anecdótica (como colocar un globo decorativo en medio de un bosque) se convierte para técnicos y conservacionistas en un problema real, capaz de afectar de manera directa a la fauna que confunde esos objetos con alimento.

Los expertos recuerdan que muchas de las especies vegetales dañadas por el tránsito fuera de los senderos cumplen funciones esenciales. Determinadas flores silvestres sostienen poblaciones de polinizadores de las que depende la producción agrícola y los árboles agredidos con inscripciones no solo son parte del paisaje, sino piezas clave en la regulación del clima y el suministro de oxígeno. A pesar de que estas prácticas no siempre nacen de la mala fe, sus consecuencias son irreparables.

La indignación ha venido acompañada de testimonios de voluntarios que colaboran en la restauración de hábitats: eliminan grafitis, recogen residuos y replantan zonas erosionadas.

Un recordatorio necesario

El principio básico del excursionismo responsable, conocido internacionalmente como 'Leave No Trace' (no dejar rastro), se ha convertido en una máxima indispensable para la conservación. Seguir las normas señalizadas y actuar con respeto es, como recuerdan los expertos, una obligación cívica que asegura la protección de lugares que constituyen un patrimonio natural común.