Podría parecer una historia ficticia, pero es completamente real. Después de 17 años de perseverancia y 13 exámenes de admisión, Luis finalmente logró ingresar a la carrera de Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). No fue por falta de ganas ni dedicación que su ingreso se hizo esperar, sino por una combinación de limitaciones económicas, obstáculos académicos y situaciones familiares complejas.

Los primeros pasos

Todo comenzó en 2007, cuando el entorno familiar de Luis no le permitió asistir a un colegio tradicional. En su lugar, tuvo que optar por una modalidad no escolarizada, la cual le permitía avanzar a su propio ritmo. La situación económica familiar también dificultó su ingreso inmediato a la universidad una vez concluidos sus estudios secundarios. El sueño de estudiar Medicina en una universidad pública, más accesible en términos económicos, quedó postergado.

Sin embargo, no se rindió. Empezó a prepararse por su cuenta, utilizando materiales de segunda mano adquiridos cerca de academias preuniversitarias. Así llegó su primer intento para postular a San Marcos. Aunque logró el puesto 33, no fue suficiente debido al reducido número de vacantes. A raíz de ello, su familia –integrada en su mayoría por ingenieros– lo animó a elegir una carrera con más estabilidad laboral.

Un camino lleno de giros

La presión familiar hizo que terminara matriculándose en Mecánica Eléctrica, pero su verdadera vocación nunca cambió. No tardó en dejar aquella carrera. Poco después, su vida dio un vuelco aún mayor: la muerte de su padre, un golpe que además lo obligó a asumir nuevas responsabilidades dentro del hogar.

Aun así, no perdió de vista su objetivo. Años más tarde, fue aceptado en la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), institución privada de alto nivel académico. Allí logró avanzar hasta el octavo ciclo, pero los costos elevados le generaron una deuda importante y, con gran pesar, debió abandonar los estudios nuevamente.

Una decisión crucial

Con el paso del tiempo, y sin renunciar a su meta, Luis tomó una decisión clave: inscribirse en una academia especializada para enfocarse de lleno en la preparación para el examen de admisión –similar a la PAU en España–. Fue una etapa agotadora, pero muy provechosa. Finalmente, después de 13 postulaciones a diversas universidades y más de una década de esfuerzo, logró ingresar a Medicina en San Marcos con una excelente puntuación.

Una historia que inspira

El caso de Luis ha ganado notoriedad tras ser difundido por la Academia Grupo Ciencias, generando numerosos comentarios positivos. Muchos destacan su tenacidad frente a los problemas económicos, la adversidad familiar y el desafío de mantenerse firme en su vocación durante tanto tiempo.