Gripe

Más de mil muertes por gripe la última semana

La epidemia de gripe comienza a remitir. Pero quedan sus efectos. El último informe MOMO muestra un exceso de mortalidad 3 veces superior al de principios de enero

Una `persona se vacuna con la tercera dosis Covid y la vacuna de la gripe.
Vacunación frente a la gripe en un centro de salud Eduardo BrionesEuropa Press

La gripe ha protagonizado la actualidad sanitaria desde la Navidad de 2023. El pasado jueves, los datos del último boletín del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (Sivira), correspondiente a la segunda semana de enero y publicado por el Instituto de Salud Carlos III, mostraban que el virus consolidaba su descenso al acumular una segunda semana consecutiva de bajada. 

Así, en la última semana analizada, la del 8 al 14 de enero, se produjo una estabilización de la tasa global de casos de Infecciones Respiratorias Agudas en Primaria en 926 casos por cada 100.000 habitantes. Por edades, se observó un ligero descenso en adultos jóvenes de 15 a 64 años y un ligero ascenso en los niños de 1 a 14 años. En los hospitales, la tasa global en la semana II de 2024 descendió de los 35 casos/100.000h a los 28. También hacía referencia el informe a que la epidemia habría alcanzado su pico la semana del 25 de diciembre.

Pero la gripe es un virus con importantes consecuencias en la salud de las personas vulnerables, de ahí la insistencia de las autoridades sanitarias en la vacunación. Uno de los trabajos científicos más relevantes en cuanto al análisis de los efectos a corto plazo de la gripe en la mortalidad fue el publicado en la revista New England Journal of Medicine en 2018, en el que se evidenció la vinculación del virus con la incidencia de infarto agudo de miocardio (IAM) en los siete primeros días después del contagio.La conclusión principal del trabajo fue que, en la primera semana tras la infección por gripe (A o B; aunque más por B) la incidencia de IAM era 5-6 veces superior en comparación con el año previo y el posterior, donde no se identificaba un exceso de riesgo.

Exceso de mortalidad

Pues bien, según los datos del último el informe de Vigilancia de Mortalidad Diaria por todas las causas (Momo) hemos pasado de 355 fallecidos por encima de lo esperable en la semana del 10 de enero a 1482 en la del 17. Es decir, en 7 días han fallecido más de 1000 personas por encima de lo que se podía esperar como consecuencia del pico de gripe. La infección en sí misma puede causar la muerte a las personas más vulnerables por los problemas de respiración y deshidratación que provoca, pero la mayoría de los fallecimientos se producen por complicaciones que genera la enfermedad.

Hace tan solo unos días, el secretario de Estado del Ministerio de Sanidad, el médico Javier Padilla, destacaba en una entrevista «no podemos normalizar que por la gripe mueran cientos de personas, había que tomar medidas». Este año, esas «medidas» se han concretado, únicamente, en la polémica decisión de obligar al uso de mascarilla en centros sanitarios y hospitales. La orden, que entró en vigor el pasado 10 de enero, no ha tenido mucho recorrido, dado que la mitad de las comunidades autónomas cumplieron la pasada semana el requisito de presentar datos de descenso de la incidencia IRA durante dos semanas consecutivas. Por ahora, Madrid y Castilla-León ya han avisado que pasaran de la obligatoriedad a la recomendación esta semana.

Pero ¿qué otras medidas se pueden tomar para evitar ese exceso de mortalidad?

Bajas coberturas vacunales

La vacunación de la población vulnerable es, sin duda, la más importante, ya que ayuda a prevenir enfermedades graves y reduce el riesgo de hospitalización y muerte. Sin embargo, la realidad es que la cobertura de la vacuna de la gripe en personas de entre 60- 64 años se ha reducido esta temporada un 2,5% con respecto al año anterior, según el informe «Gripómetro: coberturas de vacunación temporada 2023-2024», impulsado por Sanofi. A pesar de la extensión de la recomendación de vacunación a la población mayor de 60 años en todas las CC AA, reconociendo este segmento de edad como grupo de riesgo, la cobertura en este grupo de personas se ha cerrado en un 35%. En mayores de 65 años, el porcentaje se encuentra por debajo del 60%.

Gripe persistente

Gracias al impulso en la investigación de los efectos de las enfermedades respiratorias motivado por la pandemia de covid, una buena noticia es que ahora sabemos más sobre la gripe que hace cuatro años. Por ejemplo, sabemos que esta infección también tiene efectos negativos largo plazo –similares a la covid persistente–, especialmente en los pulmones y las vías respiratorias. Según un trabajo realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington con más de 90.000 pacientes hospitalizados por gripe estacional o covid y seguidos durante un año y medio, estos presentaban un mayor riesgo de muerte, reingreso hospitalario y problemas de salud en muchos órganos. Elmomento de mayor peligro se produjo 30 días después de la infección inicial para ambas afecciones.

El estudio, publicado en The Lancet Infectious Diseases hace poco más de un mes, evidencia la elevada tasa de mortalidad y pérdida de salud tras la hospitalización por covid o gripe estacional. "Es fundamental señalar que los riesgos para la salud fueron mayores después de los primeros 30 días de infección. Muchas personas piensan que han superado la covid o la gripe tras recibir el alta hospitalaria. Eso puede ser cierto para algunas personas, pero nuestra investigación demuestra que ambos virus pueden causar enfermedades de larga duración", afirmó el doctor Ziyad Al-Aly, autor principal y epidemiólogo clínico de la Universidad de Washington.