
Verano
Miguel Assal, técnico de emergencias: “¿Dejas botellas de agua en el coche? No lo hagas más”
Un gesto tan cotidiano como dejar una botella de plástico al sol en el coche puede convertirse en un riesgo real de incendio, advierte este experto en emergencias

Durante los meses de verano, es habitual ver botellas de agua olvidadas en los coches tras un viaje, una parada rápida o simplemente como una costumbre. Sin embargo, lo que parece un detalle inocuo podría entrañar un peligro que muchos desconocen. Miguel Assal, técnico de emergencias y divulgador habitual en redes sociales, ha lanzado una advertencia clara: “No lo hagas más”.
En uno de sus vídeos más recientes, Assal muestra visualmente los efectos de dejar una botella de plástico con agua dentro de un vehículo expuesto al sol. La escena, aparentemente inofensiva, pronto se transforma en una lección de seguridad: el plástico curvo y transparente actúa como una lente, concentrando los rayos solares sobre un solo punto. “Es el llamado efecto lupa”, explica, “y puede tener consecuencias graves”.
El riesgo oculto de dejar una botella de plástico en el coche: el efecto lupa
El efecto lupa, o efecto lente, se produce cuando la luz solar atraviesa un objeto transparente con forma convexa, como una botella de agua, y se concentra en un punto. Si ese punto incide de forma prolongada sobre una superficie inflamable, como el tapizado de un asiento o una bolsa de papel, puede elevar la temperatura lo suficiente como para que aparezca humo... o incluso se inicie una combustión.
En el vídeo de Assal, el espectador puede ver cómo, bajo ciertas condiciones, una botella aparentemente inocente comienza a calentar una zona concreta del asiento hasta hacerla humear. “Fijaos que todo el asiento quema, pero hay un punto que quema mucho más”, comenta. “Actúa como una lente concentrando la luz y el calor en el mismo punto. Y eso, durante un largo periodo de tiempo, quema”.
Aunque no se trata de un fenómeno frecuente, sí es real. De hecho, varios departamentos de bomberos en Estados Unidos y Europa han documentado incendios menores atribuidos a este mismo fenómeno. El Departamento de Bomberos de Midwest City, en Oklahoma, realizó una prueba en la que una botella de agua provocó que el asiento de un coche alcanzara más de 120°C en un punto focal, suficiente para iniciar una combustión con ciertos materiales.
No solo en el coche: también en la naturaleza
Assal va más allá y advierte que el riesgo no se limita al interior de un coche. “Recuerda, tampoco hacer esto en campo o montaña”, afirma en su vídeo. “Puedes provocar un incendio, aunque no quieras”. Y es que dejar botellas de vidrio o plástico transparente tiradas en entornos naturales también puede desencadenar incendios forestales bajo el mismo principio físico.
En este sentido, tanto técnicos de medio ambiente como cuerpos de bomberos recomiendan recoger siempre cualquier recipiente que pueda reflejar o concentrar la luz solar, especialmente en zonas con vegetación seca. En algunos países, incluso se han llegado a lanzar campañas informativas al respecto durante la temporada estival.
El calor del coche: un entorno ideal para el riesgo
Los coches pueden alcanzar temperaturas extremas en su interior durante los días soleados. Según datos del RACE, un vehículo expuesto al sol directo en verano puede superar los 50ºC en menos de una hora. Si en ese entorno una botella con agua funciona como lente, el riesgo se dispara.
Además, no es solo el posible incendio lo que debe preocupar: las botellas de plástico expuestas al calor también pueden liberar sustancias químicas al agua, como el bisfenol A (BPA), aunque este tema ha sido objeto de múltiples estudios con conclusiones diversas. Aun así, como medida de precaución, muchos expertos recomiendan evitar reutilizar botellas de plástico en condiciones de calor intenso.
¿Qué hacer entonces?
La solución es sencilla: no dejar botellas de agua (ni otros objetos de plástico transparente) en el coche cuando este quede expuesto al sol. Si se necesita llevar agua, lo más recomendable es optar por botellas opacas, metálicas o térmicas, que no actúan como lentes y además conservan mejor la temperatura.
Por muy sorprendente que pueda parecer, un gesto tan cotidiano como dejar una botella de agua en el coche puede convertirse en un problema serio. La recomendación es simple y clara: evitar dejar botellas de agua u otros objetos de cristal o plástico transparente a la vista dentro del coche. Es preferible guardarlas en la guantera, bajo los asientos o en el maletero, lejos del alcance directo de los rayos del sol. Un pequeño cambio de hábito que puede evitar un gran susto.
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