
La Razón Solidaria
La nutrición funcional para animales aterriza en España
Ingredientes naturales y superalimentos buscan mejorar su digestión e inmunidad

La evolución de la nutrición funcional en animales de compañía es una tendencia que está transformando el concepto de alimentación más allá del simple aporte nutricional. Este movimiento, con gran auge en países como Estados Unidos, Canadá o los nórdicos, busca fórmulas alimentarias que proporcionen beneficios específicos para la salud digestiva, inmunológica o energética de las mascotas.
En España, estas corrientes comienzan a adaptarse a los hábitos locales, marcando el inicio de una nueva etapa en la alimentación animal.
Los alimentos funcionales están diseñados para ofrecer algo más que nutrición básica: incorporan ingredientes con funciones específicas que promueven el bienestar general. Entre los más destacados se encuentran los probióticos y prebióticos, que mejoran el equilibrio intestinal; los antioxidantes naturales, que refuerzan las defensas del organismo; y las proteínas de alta calidad, que proporcionan energía sostenida.
A la par, crece la preferencia por productos con «etiqueta limpia»: sin cereales refinados, colorantes ni conservantes artificiales, y elaborados con materias primas sostenibles y de origen trazable.
Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, subraya que «cada vez hay más cuidadores interesados en fórmulas que aporten beneficios concretos para la digestión o el sistema inmune. La información que circula a nivel internacional está ayudando a que las personas se fijen más en la composición de los alimentos y en el papel que ciertos ingredientes naturales pueden desempeñar en la salud de los animales».
En América del Norte se desarrollan fórmulas de piensos con bases proteicas de origen animal enriquecidas con frutas, verduras y algas, orientadas a optimizar la digestión y minimizar intolerancias.
En Europa del Norte destacan los alimentos que incluyen adaptógenos y raíces con propiedades antiinflamatorias, mientras que en Asia se están consolidando productos que promueven la salud cognitiva y reducen el estrés mediante ingredientes como el omega-3, los aminoácidos esenciales o las vitaminas del grupo B.
El mercado español comienza a recibir versiones inspiradas en estas innovaciones que representan una transición hacia la naturalidad, el bienestar y una experiencia de alimentación más saludable y placentera.
El auge de la nutrición funcional se enmarca dentro de una tendencia global hacia la prevención y la promoción de la salud, tanto en humanos como en animales. Los tutores de mascotas buscan alimentos que contribuyan al bienestar a largo plazo y reduzcan el riesgo de enfermedades. Sin embargo, los expertos insisten en la necesidad de contar con la orientación veterinaria para evitar desequilibrios nutricionales.
La efectividad de los suplementos y dietas funcionales depende de factores como la biodisponibilidad de los nutrientes, la dosis administrada y las necesidades específicas de cada animal.
Ana Ramírez recalca que, aunque los avances son muy positivos, deben estar respaldados por evidencia científica. El veterinario juega un papel esencial al asesorar sobre qué tipo de alimento o suplemento conviene más según la edad, la condición física o la presencia de patologías. De este modo, la nutrición funcional se consolida como una herramienta complementaria, no sustitutiva, de una alimentación equilibrada, según la veterinaria. El futuro de la alimentación animal se orienta hacia la convergencia con la nutrición humana, priorizando la calidad, y el origen natural de los ingredientes.
Se espera una creciente inclusión de superalimentos autóctonos en las fórmulas locales, como el aceite de oliva o la algarroba, que puede actuar como fuente sostenible de energía y fibra. Estas incorporaciones, además, suponen una oportunidad para reducir el impacto ambiental y reforzar la economía circular del sector agroalimentario.
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