Salud
La pancreatitis, una patología cada vez más frecuente entre los españoles, y que se puede prevenir si sigues estos consejos
Entre las principales causas de la pancreatitis se encuentran las piedras biliares (40%) y el consumo de alcohol (30%)
La pancreatitis, o inflamación del páncreas, es una enfermedad cada vez más frecuente en nuestra sociedad, muy relacionada con nuestro estilo de vida y con nuestra genética, y una patología que habitualmente precisa de hospitalización, ya que este es un órgano tan importante como pueden ser el corazón o los pulmones.
Tal y como recuerda el doctor Alejandro Paz, cirujano general y del aparato digestivo del Hospital Quirónsalud Torrevieja, el páncreas es una glándula aplanada en la parte superior del abdomen y ubicada tras el estómago: “Su misión es la producción de enzimas que colaboran con la digestión (función exocrina), así como de hormonas que ayudan a regular la manera en la que el cuerpo procesa el azúcar (función endocrina)”.
En el caso concreto de la pancreatitis, este experto indica que la enfermedad se inicia fruto de una activación de las enzimas digestivas, encargadas de descomponer los alimentos, cuando estas aún no han salido del páncreas, produciendo una inflamación aguda en el mismo, que se conoce como ‘pancreatitis aguda’. Si estos episodios se producen repetidamente en el tiempo, según indica, se producirán cambios irreversibles en el tejido pancreático, dando lugar a una ‘pancreatitis crónica’.
“Esta inflamación, en su aparición aguda, normalmente suele presentarse de forma leve pero también existen casos con mayor gravedad, pudiendo precisar ingreso en cuidados intensivos e, incluso, la muerte”, advierte el experto.
Según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), de los más de 30.000 nuevos pacientes españoles que son diagnosticados de enfermedades de páncreas al año en nuestro país, la gran mayoría, unos 25.000, padecen pancreatitis aguda; mientras que unos 2.000, pancreatitis crónica; y otros 6.000, cáncer de páncreas.
Principales causas de la pancreatitis
Así, recuerda que entre las principales causas de la pancreatitis se encontrarían las litiasis o piedras biliares, en el 40% de los casos; así como el consumo de alcohol (30%). No obstante, advierte de que otras múltiples causas, aunque mucho menos frecuentes que las anteriores, podrían ser: medicamentos, exploraciones endoscópicas de la vía biliar, niveles altos de triglicéridos o calcio en la sangre, cáncer de páncreas, o la cirugía abdominal, entre otras. Si bien, a veces, no se detecta la causa de la pancreatitis, concreta el doctor Alejandro Paz, lo que se denomina como ‘pancreatitis idiopática’.
Por otro lado, mantiene que entre sus principales complicaciones se distinguirían las ‘agudas’, como pueden ser la formación de colecciones líquidas, necrosis pancreática (‘tejido muerto’), trombosis venosa, fallos de órganos (renal, respiratorio, entre otros); y las complicaciones ‘crónicas’, como la insuficiencia pancreática (exocrina y diabetes), las obstrucciones (biliares y digestivas), las complicaciones de vasos sanguíneos (trombosis), y la disrupción del conducto pancreático (por ejemplo los pseudoquistes o líquido pancreático sin una pared definida).
Síntomas más comunes y factores de riesgo a controlar
El experto de Quirónsalud Torrevieja detalla a su vez que la pancreatitis aguda suele presentarse como un dolor en la parte superior del abdomen irradiado a ambos costados (‘en cinturón’), con una sensibilidad aumentada a ese nivel, y que normalmente aparece de forma brusca, y está acompañado de náuseas y de vómitos.
En el caso de la pancreatitis crónica dice que es típico un dolor también crónico, que empeora con la ingesta o con el consumo de alcohol, o bien una distensión del abdomen junto con una pérdida de peso, la aparición de heces oleosas (malabsorción de las grasas), o de diabetes (déficit de insulina) cuando ya está más avanzada.
Con ello, hace hincapié en que existen factores que incrementan el riesgo de pancreatitis: el consumo de alcohol (4-5 bebidas al día), el tabaquismo (3 veces más, el abandono reduce el riesgo a la mitad), la obesidad, la diabetes, y los antecedentes familiares de pancreatitis.
Su posible relación con el cáncer y factores genéticos
Con ello, el doctor Paz reseña que la inflamación crónica del páncreas puede representar un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer de páncreas; sin embargo, sí avisa de que la proporción de cánceres de páncreas evitados al prevenir la pancreatitis sería relativamente pequeña según los últimos estudios poblacionales.
Ahora bien, especifica que existen factores genéticos que pueden aumentar el riesgo de pancreatitis. Habla del caso de las pancreatitis crónicas, donde precisamente hay un subtipo, las ‘hereditarias’, y donde existen una serie mutaciones de genes que codifican estas proteínas/enzimas anómalas: “Estas producen cambios crónicos, precisando en algunos casos el que se elimine por completo el páncreas (pancreatectomía total), o bien se trasplanten células productoras de insulina del mismo paciente (autotrasplante)”.
Diagnóstico y tratamiento de la pancreatitis
Así, apunta que el diagnóstico de sospecha lo dará la sintomatología anteriormente descrita; después, se deben solicitar pruebas de laboratorio, donde detectar el aumento de enzimas pancreáticas en sangre (amilasa y lipasa). Por último, indica que la ecografía y la tomografia computerizada (TAC) permiten detectar los cambios inflamatorios.
Precisa este cirujano general y del Aparato Digestivo que, en la pancreatitis aguda, el tratamiento inicial suele ser la administración de sueros, no ingesta durante 24-48 horas, y de analgésicos para el dolor; mientras que en los casos más graves puede ser necesario utilizar sondas de alimentación o, incluso la nutrición parenteral (‘por vena’), entre otras vías terapéuticas. Además, una vez pasado el episodio agudo, asegura que hay que tratar la causa subyacente (en caso de existir), como pueden ser por ejemplo los cálculos biliares, o los niveles altos de triglicéridos o de calcio en sangre.
Con respecto a la pancreatitis crónica, menciona que el principal problema puede ser el manejo del dolor causado por la obstrucción del conducto biliar, precisando en ocasiones técnicas radiológicas para bloqueos nerviosos, o bien la cirugía para el drenaje del dicho conducto.
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