Religión

El Papa confirma la limitación de la misa en latín

Los obispos deben especificar al pontífice los casos concretos para que éste los autorice

El Papa este fin de semana durante el rezo de Ángelus en el Vaticano
El Papa este fin de semana durante el rezo de Ángelus en el VaticanoEuropa Press

El Papa ha confirmado su decisión de limitar las misas de rito antiguo, en latín, previas al Concilio Vaticano II (1962-1965), y ha puntualizado los casos en que los obispos deben pedir autorización al pontífice para autorizarlas, según ha informado hoy el prefecto de la Congregación para el Culto Divino, el cardenal Arthur Roche.

El cardenal Roche explicó que dos casos han sido objeto de diferentes interpretaciones y de discusiones y por ello se hizo necesario esta puntualización, indicó el Vaticano.

El 16 de julio de 2021, en la carta apostólica "Traditionis custodes", el Papa Francisco estableció como "única" forma ceremonial del rito romano el misal salido del Concilio Vaticano II, promulgado por Pablo VI y Juan Pablo II, informó Efe.

En ella, Francisco limitó sobremanera la celebración de misas en el llamado rito tridentino, en latín y de espaldas a los fieles, que sólo en algunos casos podían ser permitidas, e introdujo que éstas deben ser autorizadas por el obispo.

Sin embargo, en este nuevo documento se destaca que, si se quiere celebrar una misa en el llamado rito "tridentino" en las iglesias parroquiales o se pide autorización de este misal por parte de sacerdotes que fueron ordenados después del 16 de julio de 2021, el obispo diocesano "está obligado a informar al Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que evaluará los casos individuales".

La limitación de las misas en latín habían causado malestar en el ala más tradicionalista y conservadora de la Iglesia católica.

Tanto que, en diciembre de 2021, la Congregación para el Culto Divino del Vaticano se vio obligada a responder a algunas dudas expresadas por miembros de la Iglesia y calificó de "triste" la división que suscitó el documento.

"Es triste ver cómo el vínculo más profundo de unidad (...) se convierte en motivo de división: es tarea de los obispos salvaguardar la comunión, condición necesaria (...) para poder participar en la mesa eucarística", aseveraron.

En este documento, la congregación del Culto Divino consideró "un hecho innegable" que aquel histórico concilio "sintió la urgencia" de reformar el misal para que los fieles participaran "plena, activa y conscientemente de la celebración litúrgica".

En 2007, Benedicto XVI ya había declaró que el misal salido del Concilio Vaticano II "es y permanece" como el "normal" de la liturgia, aunque facilitó recurrir al "tridentino", en latín eclesiástico, de forma "extraordinaria".