Consumo

La UE prohibirá que un producto se etiquete como «verde» sin serlo

Los consumidores europeos deberán conocer también el tiempo estimado de duración de los productos

Un supermercado "low cost" en Alcalá de Henares
Un supermercado "low cost" en Alcalá de HenaresAction

El Parlamento Europeo y el Consejo han llegado a un acuerdo provisional para que los consumidores no sean engañados con publicidad falsa en relación a la lucha contra el cambio climático.

Actualmente es habitual encontrar etiquetas con declaraciones generales en diferentes productos como: respetuoso con el medio ambiente, natural, eco, biodegradable o climáticamente neutral. Aunque los consumidores pueden encontrar estos productos más atractivos, ya que con su compra no se pone en peligro el medio ambiente, en muchos casos los fabricantes utilizan estas descripciones sin datos que las avalen. Las instituciones europeas quieren terminar con esta práctica, conocida en inglés como «greenwashing», que hace pasar por verdes productos que no lo son.

Por eso, el objetivo es que a partir de ahora cualquiera de estas etiquetas tiene que estar sujeta a pruebas que certifiquen las bondades ecológicas del producto según un sistema establecido por las autoridades públicas. Además, se prohibirán las descripciones que aseguran que un bien es «neutral» desde el punto de vista climático o «positivo» cuanto esto se refiere a las compensaciones por emisiones de carbono, si estas prácticas no han sido verificadas. Estas actividades buscan contrarrestar las emisiones evitando la liberación de gases con efecto invernadero o capturando el carbono. El problema reside en que muchas empresas alegan estar realizando este tipo de actividades, que pueden incluir desde el despliegue de las energías renovables o contribuir a la conservación de los bosques, sin que sea posible comprobar su efecto real en las emisiones.

Además, este paquete legislativo que ahora debe recibir el visto bueno oficial de la Eurocámara y las capitales europeas también pone el foco en la obsolescencia programada de los productos. A partir de ahora los bienes que se compren en el mercado deberán informar sobre ello incluyendo, por ejemplo, las obligaciones injustificadas de actualizaciones de software o de comprar piezas de recambio del productor original, sin que se pueda optar por otras marcas en el mercado ya que las piezas son incompatibles con el modelo.

Asimismo, esta nueva legislación introduce una nueva etiqueta armonizada con información sobre el tiempo estimado de duración de un producto, incluida la garantía legal. De esta forma, los consumidores podrán adaptar sus decisiones de compra y decantarse por productos más caros si estos están diseñados para durar más tiempo. Según Bijana Borzan, negociadora de la Eurocámara, alrededor de un 60% de los consumidores europeos no son conscientes de que disponen de una garantía legal en todos los productos de un mínimo de dos años. A partir de ahora, una etiqueta se lo recordará en todas las tiendas europeas.

Tras este acuerdo provisional entre las instituciones europeas, ahora se espera que el texto sea votado durante la sesión plenaria del mes de enero. Una vez tenga lugar esta luz verde, los Estados miembros tendrá dos años para incorporar esta nueva normativa en sus correspondiente ordenamientos jurídicos.

Esta nueva legislación forma parte de los esfuerzos de la UE para que en el año 2050 haya cero emisiones de carbono en el territorio comunitario.