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Crean un sistema de propulsión de emergencia para avionetas

Avión equipado con el prototipo de la UC3M y AXTER.
Avión equipado con el prototipo de la UC3M y AXTER.larazon

Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de la empresa AXTER Aerospace han desarrollado conjuntamente un sistema eléctrico de propulsión que se instala en avionetas de motor de gasolina para dotar al aparato de potencia y autonomía adicional en caso de emergencia. Este nuevo sistema híbrido podría evitar 600 accidentes cada año, aseguran sus creadores.

El Grupo de Sistemas Electrónicos de Potencia (GSEP) de la UC3M, que es el que ha realizado el diseño, es un equipo dedicado a la enseñanza e investigación en el campo del control y transformación de potencia eléctrica mediante sistemas electrónicos. Entre sus competencias están la impartición de cursos y el diseño y fabricación de prototipos industriales, así como la generación de articulado relacionado con la electrónica de potencia, informa Tendencias 21.

AXTER Aerospace está especializada en planta de potencia, instalaciones eléctricas en aviación, estructuras aeronáuticas y electrónica de control y potencia.

El proyecto nace con el objetivo fundamental de mejorar la seguridad en el mundo de la aviación ligera y deportiva, es decir, de las aeronaves de entre 2 y 4 pasajeros de hasta 750 kilogramos de peso.

“Tratamos de salvar vidas y evitar accidentes relacionados con la pérdida de potencia en vuelo, es decir, cuando falla el motor o se queda sin combustible”, dice uno de sus inventores, Miguel Ángel Suárez, de AXTER, en la nota de prensa de la universidad. “No debemos olvidar que al año se registra en Europa y Estados Unidos una media de 600 accidentes, 70 muertes y pérdidas por un valor de 24 millones de euros”, señala.

La idea es dotar al avión con un motor eléctrico adicional unido a la hélice. “Si se produce algún problema en el motor principal, entraría en funcionamiento este motor eléctrico, lo que proporcionaría una autonomía de unos 20 km, una distancia suficiente para que el piloto aterrice de manera segura”, indica otro de los impulsores del ingenio, Andrés Barrado, responsable del GSEP.

Componentes

El nuevo sistema consta de un motor eléctrico que se acopla al convencional, una batería de litio de alta eficiencia y un sistema electrónico que permite extraer la energía de la misma y adaptarla a las necesidades de funcionamiento de la avioneta. Además, tiene un cargador de batería que funciona durante el vuelo.

“Maximizamos la capacidad de la batería en generar movimiento con el motor eléctrico y hemos comprobado que también podemos usar el sistema como híbrido para avionetas: el piloto lo puede accionar cuando quiera, añadiendo hasta 40 caballos extra para despegues o para lo que necesite”, apunta Daniel Cristobal, de AXTER, y antiguo alumno de la Carlos III. De esta manera, se podría utilizar como si fuera un “turbo” eléctrico, para ampliar la potencia del vehículo en determinadas maniobras.

El sistema, en proceso de comercialización y patente internacional, puede instalarse en todos los aviones ligeros, sean nuevos o estén en servicio.

Además, podría llegar a implementarse en otro de tipo de aeronaves, como autogiros, veleros, drones y otros vehículos aéreos no tripulados. Además de salvar vidas y evitar pérdidas económicas derivadas de accidentes, su arquitectura consigue rebajar el coste de operación y mantenimiento del aparato, reducir el consumo de combustible y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación acústica.

Colaboraciones

El GSEP desarrolla múltiples proyectos en colaboración con empresas, como Endesa, Airbus, Aenor o Alcatel. Van desde el campo de la conversión de energía, hasta los componentes magnéticos, pasando por los sistemas fotovoltaicos e híbridos, y la compatibilidad electromagnética.

Más información en la web Tendencias 21