Veranos negros

Es en los meses de verano cuando se dan más feminicidios. Por supuesto, los cometen hombres que maltratan psicológica, física o de ambas maneras a sus parejas o exparejas. Tipos cobardes que abusan de su fuerza física para hacer daño a los que consideran más débiles. Tipos que darían una patada a un chihuahua y jamás a un pitbull, aunque quizá para el perro fuerte usarían escondite y escopeta.

El machismo estructural es la causa principal, desde luego, pero las vacaciones, los fines de semana, los festivos conllevan tensión añadida. A veces, bastantes veces, por la confirmación de estos delincuentes de que no controlan en absoluto a la que consideran de su propiedad. Les saca de quicio sentir que no tienen poder sobre ella, les saca el cuchillo. La mayoría de las veces las caídas son mujeres que ya han decidido abandonar a su pareja, insoportable decisión para un maltratador. Algunas ya han rehecho su vida, algo todavía más insoportable para ellos.

Pero el hecho de tener hijos en común hace que la expareja tenga que mantener una relación que, en verano, con la repartición de las vacaciones de las criaturas, se ve alterada. El calor irrita, sí, pero solo a los violentos, ¿qué ser pacifico muerde o golpea por unos grados más? Dicen también que a esos hombres el ver en los medios que otros matan los anima a hacerlo por imitación. Mucho más los anima aún el negacionismo de algunos grupos organizados, o partidos políticos ciegos. ¡Es increíble la ofuscación de algunos por negar realidades como castillos! Es penoso que por el simple hecho de pertenecer a un género obstaculices la justicia. Es todavía más lamentable que algunas mujeres hagan los mismo.

Los veranos, con el cambio climático, otra de las negaciones de los ofuscados, son cada vez más largos y tormentosos. Espero que las autoridades hagan un esfuerzo ilimitado para proteger a esas mujeres en riesgo. Y, por favor, cuando veamos malos tratos reaccionemos sin demora. Es un delito de salud pública y, por tanto, responsabilidad de todos denunciarlo.