
Ciencia
La pesadilla de 'The Last of Us' ya era real en la época de los dinosaurios: así era el hongo 'zombie' que reventaba insectos hace 99 millones de años
Un equipo de científicos acaba de presentar el hallazgo de una escena de parasitismo extremo, congelada para siempre desde hace casi 100 millones de años.

Si la serie y el videojuego de 'The Last of Us' te han provocado alguna que otra pesadilla, prepárate, porque la realidad vuelve a superar, y con creces, a la ficción. Un grupo de científicos acaba de presentar la prueba definitiva de que los terroríficos hongos 'zombie' no son una invención moderna. De hecho, ya campaban a sus anchas en la época de los dinosaurios, y lo hacían con una brutalidad que ha quedado, literalmente, congelada en el tiempo.
El increíble hallazgo, que ahora se encuentra en el Museo de Historia Natural de Londres, consiste en dos piezas de ámbar de hace casi 100 millones de años que han preservado una escena tan fascinante como espeluznante. En su interior, los investigadores han encontrado dos nuevas especies de hongos parásitos en el preciso instante en que estallaban desde el interior de sus víctimas.
El ámbar, esa resina de árbol fosilizada durante millones de años, nos ha regalado una instantánea de la naturaleza en su máxima expresión de crueldad y supervivencia. En una de las piezas, se puede observar a la nueva especie de hongo, bautizada como Paleoophiocordyceps gerontoformicae, con sus diminutos tallos de esporas brotando directamente del cuerpo de una hormiga. En la otra, el hongo P. ironomyiae aparece como un único y grotesco cuerpo fructífero que sobresale de la cabeza de una mosca.
Lo más alucinante de todo es que estas especies antiguas comparten rasgos con sus parientes vivos, los hongos del género Ophiocordyceps, famosos precisamente por infectar insectos para controlar sus cuerpos y propagar sus esporas. Sí, exactamente la misma inspiración que dio vida a los chasqueadores y al apocalipsis de 'The Last of Us'. Los científicos creen que el linaje de estos hongos recién descubiertos pudo separarse de los Ophiocordyceps modernos hace unos 130 millones de años.

Como explica Edmund Jarzembowski, paleoentomólogo del Museo de Historia Natural, "la evidencia fósil muestra que los hongos infecciosos ya estaban adaptados a dos huéspedes de insectos diferentes hace cien millones de años, una hormiga y una mosca".
Esto sugiere que el hongo fue evolucionando y "saltando" a otros insectos a medida que estos también se diversificaban con la aparición de las plantas con flores y nuevos grupos como las polillas y las mariposas.
Este descubrimiento no solo confirma que la naturaleza lleva perfeccionando sus métodos más aterradores desde hace millones de años, sino que nos ofrece una ventana única a un pasado donde estos 'zombies' microscópicos ya eran maestros de la supervivencia, mucho antes de que el primer ser humano caminara sobre la Tierra. Una auténtica pesadilla prehistórica, ahora a la vista de todos gracias a la magia del ámbar.
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