Tecnología
Mobile World Congress: la nebulosa del metaverso
La presentación en sociedad de los universos paralelos en el certamen se salda con más dudas que certezas
La sensación de “flashback” es inevitable. Cada vez que se pronuncia la palabra metaverso en el Mobile World Congress de Barcelona (MWC), alguien recuerda con cierta incredulidad a “Second Life”, aquella comunidad virtual creada prematuramente en 2003. Esta edición del MWC debía servir como puesta de largo de los universos paralelos y la sensación predominante es la de que el proyecto sigue en una nebulosa, en un término de moda con el que los gigantes del sector buscan popularizar lo que quieren que sea el futuro de la red: una realidad virtual inmersiva en la que jugar, trabajar, socializar y comprar activos digitales con amigos y familiares.
Cuando Facebook anunció que cambiaría su nombre a Meta en octubre, estaba apostando su reputación a la idea de que el metaverso sería el futuro de todo internet. Ahora, no solo necesita construirlo y sino también asegurarse de que las redes subyacentes en las que todos confiamos todos los días sean lo suficientemente fuertes y eficientes para soportarlo. Meta es muy consciente de que este no es un desafío que pueda asumir solo.
Por ello, ha aterrizado en el MWC este año con la esperanza de aprovechar crear sinergias que le permitan tejer redes para el metaverso. Es, a priori, el lugar correcto y el momento correcto. De hecho, la compañía que preside Mark Zuckerberg ha anunciado que ya están listo para trabajar con Telefónica para construir un centro de innovación en Madrid.
Hasta ahora, desbloquear el móvil o abrir la pantalla del portátil han sido y son las principales formas de mantenernos conectados a internet durante más de seis horas al día. ¿Y el siguiente paso? ¿3D? ¿gafas de realidad virtual? ¿trajes de sensores? La industria de la tecnología lleva más de 30 años estudiando cómo dar forma a esa fantasía de ciencia ficción que, por ejemplo, Spielberg llevó a la gran pantalla con su Ready Player One. Y todo ello a través de un avatar, como en un videojuego. Obras como Fortnite, Minecraft o League of Legends muestran el camino por el que puede evolucionar internet en los próximos años.
No en vano, los videojuegos mueven miles de millones al año con solo vender ‘skins’, armas o ropa con la que vestir a sus personajes. Incluso hay quienes invierten en comprar terrenos virtuales en plataformas como Decentraland para construir edificios y recaudar dinero cuando esos mundos comienzan a albergar a miles de usuarios. Si lo logran. todo ese comercio digital se articulará a través de las criptomonedas y NFT, otros dos fenómenos cada vez más populares (y cuestionados) de los que también se está hablando en el Mobile.
En cualquier caso, el MWC está sirviendo pequeños retazos de eso que puede llegar a ser o no el metaverso. Pero, para desesperación de la compañía antes conocida como Facebook, cada uno por su cuenta y riesgo.
La compañía coreana SK Telecom ha lanzado su plataforma de reuniones virtual ifland, que permite a los usuarios interactuar con otros utilizando avatares personalizados en una variedad de entornos en línea, desde estadios hasta cafés y todo dentro de Meta Planet, su propio mundo paralelo. Qualcomm incluye chips específicos de realidad aumentada y virtual en su larga lista de nuevos productos; y Oppo presenta el monóculo AirGlass (sólo se vende en China por el equivalente a unos 650 euros), que superpone información del teléfono a la imagen del mundo real que estamos viendo. Otras aplicaciones más modestas que ha mostrado el MWC de esta edición son discotecas y atracciones de, precisamente, parques de atracciones en los que gracias a la realidad virtual se ofrece una capa más de diversión.
Otros, como MiVote Technology ya anunció hace dos años su compromiso de construir un modelo descentralizado de toma de decisiones comunitarias en el metaverso que ha presentado en sociedad. Democracia virtual, en resumen. MiMeta se lanza simultáneamente en Australia, Reino Unido y Europa y está disponible en iOS y Android. La aplicación permite a las personas conectarse e interactuar con comunidades de ideas afines, utilizando la herramienta para mantenerse informados, participar en la toma de decisiones y se les incentiva a seguir participando obteniendo NFT generados por la comunidad como recompensa.
La carrera por el universo paralelo que imponga a los demás, así pues, está servida. De momento los videojuegos llevan ventaja pero, como suele ocurrir con la tecnología, hay que tocar cien o mil palos hasta que uno suena.
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