Cómo hacer de tu iPhone un mando para la casa domótica

La instalación de un sistema domótico para los hogares inteligentes tiene un problema de interfaz. La mayoría de los métodos actuales para controlar dispositivos inteligentes (control de voz, aplicaciones con múltiples menús, sensores de movimiento) son engorrosos y, a veces, frustrantes por el tiempo que requieren. El ideal sería controlar todos los electrodomésticos con una interfaz de control intuitiva y automatizaciones que se activen en función de dónde nos encontramos en el hogar. Básicamente, una aplicación tipo Señor de los Anillos: para gobernarlos a todos. Precisamente eso es lo que han creado seis estudiantes de la Universidad de Duke: una aplicación que convierte el iPhone en un mando para una casa domótica.

Se trata de Fluid One, una app que aprovecha la tecnología de banda ultraancha en los iPhone para controlar la iluminación conectada, las cerraduras, las cámaras, los termostatos y de dos modos: una interfaz que actúa como un mando a distancia y automatizaciones basadas en la ubicación. La idea de Fluid One es que dirigir el teléfono a una bombilla inteligente, hace que en la pantalla del teléfono aparezcan los controles de la misma para para iluminar, atenuar, cambiar de color o encender o apagar la luz. También podemos mover el teléfono para controlar el aparato, por ejemplo hacia arriba o hacia abajo para apagarlo y derecha o izquierda para cambiar colores. Podemos programar las automotizaciones.

La idea es muy buena ya que también puede funcionar en segundo plano para activar automatizaciones inteligentes. Por ejemplo, configura las luces de un pasillo para que se enciendan cuando lo atravesemos y se apaguen cuando ya no estemos allí. O que baje las persianas y encienda la tele si nos sentamos en el sillón, que active la cafetera y las noticias si apagamos la alarma, etc.

El sistema se basa en una combinación de hardware (balizas inteligentes y un centro inteligente opcional) y un software con realidad aumentada que aprovecha la tecnología de los microchips de Apple para generar un mapa del hogar y detectar dónde está el teléfono y a qué dispositivo inteligente se esté dirigiendo.

Cada una de estas balizas, como sensores, tiene un alcance de hasta 7 metros, lo que permite controlar algunos dispositivos aún sin estar en la misma habitación. Es compatible, según explican sus creadores, con más de 20.000 dispositivos y con los sistemas de Apple HomeKit, Amazon Alexa, Google Home, Samsung SmartThings. Como el sistema no cuenta con cámaras ni micrófonos integrados en ninguno de sus equipos y los datos de ubicación utilizados para activar las automatizaciones se intercambian entre el teléfono y las balizas, no hay problemas de privacidad ni de venta de datos

Estas son las ventajas. Las desventajas son varias. Primero solo es compatible con iPhone, de hecho con los modelos 11 en adelante. Su precio, incluyendo cuatro balizas inteligentes, es de unos 270 euros. Si queremos sumar más balizas y un centro inteligente para automatizar las tareas en el hogar según nuestra ubicación, el precio puede llegar a los 750 euros. Una cifra bastante elevada para la automatización. Por otro lado, para activar los controles automáticos, como los de caminar por el pasillo y que se encienda la luz, hay que ir con el móvil siempre a cuestas, de otro modo el sistema no nos detecta.

Fluid One se ha lanzado en Kickstarter y estaría disponible para mediados del año que viene.