Tecnología del deporte
Maratón de Berlín: la tecnología detrás de las zapatillas que podrían batir el récord mundial
Eliud Kipchoge ya ha corrido una maratón en menos de dos horas, pero no ha sido en un evento oficial. Esta es su oportunidad
En octubre de 2019 Eliud Kipchoge se convirtió en el primer ser humano en correr una maratón (42.195 metros) en menos de dos horas. Parte de este logro se ha vinculado al calzado que llevaba el corredor keniata, sin tener en cuenta que Kipchoge tiene el récord del mundo en esta distancia, es doble campeón olímpico, ha ganado más de 13 maratones oficiales y es reconocido como uno de los más grandes atletas de todos los tiempos. Y este fin de semana podría dejar el listón más alto aún si baja de las dos horas en la maratón de Berlín… con una pequeña ayuda que estará a sus pies. O en sus pies mejor dicho.
La maratón de Berlín, por su tipo de trazado (con escaso desnivel), por la fecha en la que se corre (muy buena temperatura) y por el lugar que ocupa en el calendario deportivo (óptimo de cara a la preparación anual) es el evento preferido de muchos atletas. Tanto que los últimos 6 récords mundiales de la distancia se han batido en Berlín. En el atletismo han existido tres barreras históricas: los 10 segundos en los 100 metros, los 4 minutos en la milla (1.609 metros) y las dos horas en la maratón. Los dos primeros ya se han traspasado y solo queda la maratón.
Cuando en 2019 Kipchoge bajó de las dos horas, no solo lo hizo en una carrera no oficial, también le “ayudaron liebres” que marcaban su paso, se diseñó una formación que reducía la resistencia del aire y utilizó un calzado aún no disponible para el público, algo que prohibe la Federación Mundial de Atletismo. Tres años después, aquel calzado mítico desarrollado por Nike, ha inspirado a las Nike Air Zoom Alphafly NEXT% 2 que presumiblemente lucirá el atleta nacido en Kenia este fin de semana. ¿Qué tiene de especial esta versión? ¿Cuánto se parecen al prototipo del 2019?
Vamos por partes. En lo que a la ciencia respecta la respuesta es afirmativa: unas zapatillas pueden hacernos más rápido. En un artículo publicado en 2017 en Sports Medicine, se analizaron las zapatillas Zoom Vaporfly de Nike. ¿Qué significa que se analizaron? Básicamente que se evaluaron los tiempos obtenidos en más de medio millón de maratones. Quienes usaron este calzado mejoraban sus tiempos en un 4%. Para un corredor amateur que termine la maratón en tres horas, un 4% significa reducir sus tiempos en casi 5 minutos. Solo por el calzado. Según los autores del estudio, estas zapatillas “mejoran la economía de carrera permitiendo mantener el ritmo más tiempo”. Los resultados parecen darle la razón: desde que las Zoom Vaporfly salieron al mercado, el doble de hombres han terminado una maratón en menos de 2:10 y el doble de mujeres en menos de 2:27. Científicamente se han demostrado sus resultados pero, ¿qué tecnología hay detrás de ellos?
En avances de este tipo, el secretismo es enorme y las características exactas de las zapatillas usadas por Kipchoge para bajar de las dos horas, un prototipo recordemos, no se han publicado. Lo que sí podemos hacer es analizar una patente que fue otorgada a Nike en 2018 y que, por los detalles, se parecen mucho a las usadas en aquella ocasión y también a las Nike Air Zoom Alphafly NEXT% 2.
Por ejemplo, en el dibujo de la patente se puede ver que la zona de amortiguación incluye una placa entre la suela exterior y la primera capa de cámaras. A eso le suma, una placa extra entre las cámaras y otra placa más encima de las cámaras, directamente debajo del pie. Toda esta amortiguación tiene el propósito de acumular la energía de cada zancada al aterrizar. Entonces entran las cámaras o bolsas.
Estas también permitirían acumular la energía gracias a una espuma muy ligera desarrollada por Nike. ¿Qué se hace con toda esta energía? Presentamos a las placas de carbono. Estas dividirían la entresuela y se encargarían de distribuir la energía acumulada en el talón o en los dedos, al resto de la zapatilla para que sea usada al despegar. Luego, cuando el otro pie cae en el suelo, el impacto vuelve a crear energía que se acumula en la amortiguación y las cámaras y las placas la distribuyen un instante más tarde y así el pie recupera esa energía. Y el ciclo se repite. Durante 42 kilómetros.
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