Análisis del Pixel 8a, el Pixel 'económico' que se queda en tierra de nadie por su precio

El Pixel 8a sale hoy a la venta y lo hace en una posición un tanto extraña dentro del catálogo de Google. Tradicionalmente, la serie a engloba los gama media de Google, pero con la última generación, la 8, ha subido de categoría a lo que se podría llamar gama media premium y queda prácticamente a la altura del Pixel 8. Cerca en prestaciones y casi al mismo precio. El Pixel 8a tiene un coste de 549 € frente a los 589, por los que se puede comprar el Pixel 8 en el momento de escribir estas líneas. Su PVP en la tienda de Google es de 799 euros, pero muchos comercios online lo venden bastante por debajo y es fácil encontrarlo prácticamente al mismo precio que el 8a.

El Pixel 8a es un buen teléfono que recoge todo lo que caracteriza a la gama Pixel de última generación, un sistema de cámaras claramente por encima de la media, funciones avanzadas de inteligencia artificial y el mismo procesador que el Pixel 8 y 8 Pro, Tensor G3, acompañado en este caso de 8GB de memoria RAM, la misma cantidad que en el 8. Comparado con este, pierde ligeramente en cámaras, que son las del 7a con una principal de 64 MP y un ultra gran angular de 13 MP, y en materiales de construcción al sustituir la parte trasera de vidrio por otra de plástico, pero poco más. La pantalla, con tecnología OLED y resolución 2.400 x 1080 píxeles, solo se diferencia en la protección, Corning Gorilla Glass 3 frente a Corning Gorilla Victus, en el HDR que no es 10+ y una diagonal que es la misma del 7a, 6,1 pulgadas, y se queda a 0,1 pulgadas de la del Pixel 8.

Justificar la compra del 8a frente al 8 es francamente difícil. Otra cosa será en unos meses cuando el precio haya descendido y pueda adquirirse sin mirar de reojo al Pixel 8. Como referencia, el 7a que mantienen en la tienda de Google su precio original de 509 euros, puede encontrarse fácilmente en torno a los 350 euros un año después, un rango en el que el nuevo Pixel 8a cobraría mucho más valor frente al 8.

El nuevo Pixel sí es una mejora significativa en relación a la generación anterior. Sube la frecuencia de refresco de 90 a 120 Hz y el brillo máximo alcanza los 2.000 nits, lo que hace que sea un móvil fantástico para usar en el exterior. Abandona el Tensor G2 y adopta el potente G3, sube ligeramente la capacidad de la batería de 4.385 mAh a 4.492, mantiene una carga no demasiado rápida de 18W y 7,5 si es inalámbrica y hereda su sistema de cámaras que fue uno de los más reconocidos por usuarios y especialistas durante el año pasado. Al igual que sus hermanos mayores, Google asegura 7 años de actualizaciones de Android y de seguridad, lo que le convierte en uno de los más longevos sobre el papel, aunque habrá que ver cómo funciona Android 21 sobre un hardware lanzado con Android 14.

Como el 8 y el 8 Pro, el 8a cuenta con todas las opciones de inteligencia artificial que Google ha lanzado en los últimos meses, entre las que se encuentran Rodea para buscar, Borrador Mágico para audio, Editor Mágico y Mejor versión, entre otras. También contará, en una futura actualización, con Gemini Nano, la versión de la IA de Google diseñada para ejecutarse localmente en el dispositivo y mantener así la privacidad de la información que se le facilite.

El Pixel 8a recoge todo lo bueno de los Pixel en el formato más compacto dentro de esta familia de productos. Tiene músculo de sobra y es muy ágil en su funcionamiento, cuenta con un diseño característico, en esta ocasión con las esquinas más redondeadas, y está preparado para subirse a la ola de la IA y mantenerse allí un buen puñado de años. Su único pero es la franja de precio en la que se encuentra y su proximidad con el Pixel 8, pero esta situación probablemente mejore conforme pasen los meses y salgan ofertas que lo conviertan en una mejor compra de la que es ahora mismo, con el Pixel 8 a unas pocas decenas de euros de su precio.