Antropología

La evidencia más antigua de canibalismo en humanos

Se encontró en el norte de Kenia y corresponde a un hueso de 1,45 millones de años de antigüedad.

Canibalismo en humanos
La tibia en la que se encontraron los cortes realizados para extraer la carneJennifer ClarkJennifer Clark

El estudio de fósiles es una tarea de detectives: en ciertas ocasiones el culpable está claro, pero en otras las evidencias se van sumando y dibujan un escenario mucho más complejo de lo que se creía inicialmente. Investigadores del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian han identificado la evidencia más antigua de canibalismo en nuestros parientes evolutivos y lo que descubrieron fue que ya 1,45 millones de años atrás existía esta práctica.

En un nuevo estudio publicado en Scientific Reports, un equipo liderado por la paleoantropóloga del Museo Nacional de Historia Natural Briana Pobiner, describe nueve marcas de corte en el hueso de una pierna de 1,45 millones de años de antigüedad de un pariente del Homo sapiens hallado en el norte de Kenia. El análisis de los modelos 3D de la superficie del fósil reveló que las marcas de corte eran la viva imagen del daño infligido por las herramientas de piedra. Este es el caso más antiguo conocido de canibalismo, señala el estudio.

"La información que tenemos nos dice que los homínidos probablemente se estaban comiendo a otros homínidos hace al menos 1,45 millones de años - explica Pobiner enun comunicado -. Hay muchos otros ejemplos de especies del árbol evolutivo humano que se comían entre sí para nutrirse, pero este fósil sugiere que los parientes de nuestra especie lo hacían para sobrevivir mucho antes de lo que creíamos".

Pobiner encontró por primera vez la tibia fosilizada en las colecciones de los Museos Nacionales del Museo Nacional de Nairobi (Kenia) mientras buscaba pistas sobre qué depredadores prehistóricos podrían haber estado cazando y comiendo a nuestros antepasados. Pobiner examinó detenidamente la tibia en busca de marcas de mordeduras de bestias extintas cuando, en cambio, notó lo que inmediatamente le pareció evidencia de una carnicería muy diferente.

Para averiguar si lo que estaba viendo en la superficie de este fósil eran realmente marcas de corte, Pobiner envió moldes de los mismos, hechos con el mismo material que usan los dentistas para crear impresiones de dientes, al coautor Michael Pante de la Universidad Estatal de Colorado pero no le dio detalles sobre lo que le enviaban, simplemente le pidió que analizara las marcas en los moldes y le dijera qué los hizo. Pante creó escaneos 3D de los moldes y comparó la forma de las marcas con una base de datos de 898 marcas individuales de dientes creadas a través de experimentos controlados.

El análisis identificó positivamente nueve de las 11 marcas como coincidencias claras con el tipo de daño infligido por herramientas de piedra. Las otras dos marcas probablemente eran de mordeduras de un gran felino, probablemente algún tipo de león. Según Pobiner, las marcas de mordeduras podrían provenir de uno de los tres tipos diferentes de felinos con dientes de sable que merodeaban por el paisaje en el momento en que vivía el dueño de esta tibia.

Por sí mismas, las marcas de corte no prueban que el pariente humano que las infligió también se comió la pierna, pero Pobiner dijo que este parece ser el escenario más probable. Explicó que las marcas de corte están ubicadas donde un músculo de la pantorrilla se habría adherido al hueso, un buen lugar para cortar si el objetivo es quitar un trozo de carne. Las marcas de corte también están orientadas de la misma manera, de modo que una mano empuñando una herramienta de piedra podría haberlas hecho todas en sucesión sin cambiar el agarre o ajustar el ángulo de ataque.

"Estas marcas de corte se parecen mucho a lo que he visto en fósiles de animales que estaban siendo procesados para el consumo - aññade Pobiner- . Parece más probable que la carne de esta pierna se haya comido y no que haya sido parte de un ritual. Puedes hacer algunos descubrimientos bastante sorprendentes volviendo a las colecciones de los museos y echando un segundo vistazo a los fósiles. No todo el mundo ve todo la primera vez. Se necesita una comunidad de científicos que venga con diferentes preguntas y técnicas para seguir ampliando nuestro conocimiento del mundo".