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El gadget del sábado Moto Edge 60 Fusion, un smartphone que recupera el apellido Motorola

El mítico fabricante busca hacerse un lugar haciendo las cosas bien. Y “las cosas” se reducen a dos parámetros: precio y prestaciones.

Smartphone
Los tres, diferentes y distintivos, colores de los Moto Edge 60 FusionMotorolaMotorola

Desde la llegada de los primeros teléfonos móviles, una de las marcas con más historia ha sido Motorola. Un fabricante que tuvo sus altibajos en las últimas décadas, pero que ahora ha vuelto (parece ser) de forma definitiva. Y prueba de ello es la serie Edge y su última estreno: el Moto Edge 60 Fusion.

Poniéndonos “bíblicos”, en el principio fue el precio. Este es probablemente el mayor condicionante a la hora de desarrollar un smartphone: las especificaciones técnicas (cámara, procesador, materiales), el diseño… Todo está condicionado por el precio. El Moto Edge 60 Fusion tiene un precio de 329 euros. Y esto nos puede llevar a equivocarnos asumiendo la validez de las primeras impresiones.

Estos teléfonos cuentan con una pantalla de 6,67 pulgadas que cubren un ratio del 96,3% del frontal. Su esqueleto es de policarbonato, pero con una textura que dificulta (no impide del todo) los resbalones, que tiene apariencia de calidad y que viene en tres colores que los hombres reduciríamos a azul, rosa y verde, pero que reciben el nombre de Amazonite, Zephyr y Slipstream respectivamente. En pocas palabras, son colores muy agradables y diferentes. Si a eso le sumamos una funda a juego, se puede disfrutar de los originales colores sin temer por la integridad del dispositivo.

Motorola también ha trabajado en la resistencia de este esqueleto (muy delgado: 7,95 mm) que aguanta las caídas, el polvo y el agua. De “luz” va bien: la pantalla acepta condiciones extremas, no las disfruta, es cierto, pero se adapta. Lo mismo ocurre con el lector de huellas: es eficiente pero no veloz. Son detalles que muestran la gama de precio en la que estamos.

En lo que a cerebro respecta, lleva un Mediatek Dimensity 7300. Suficiente para la mayoría de las tareas a las que le vamos a someter: abrir varias ventanas al mismo tiempo, videojuegos exigentes y hasta funciones de IA que, es cierto, tampoco destacan si nos referimos a las propias, pero mejoran cuando trabajan con las desarrolladas por Google. Es un móvil, en pocas palabras, que trabaja con la IA, aunque no la incorpora en todos sus sentidos, por ahora.

Tema importante: batería. Contamos con un sistema de 5.200 mAh. Como hemos dicho en muchas oportunidades, no se trata solo de los números, también del sistema interno. Y Motorola ha trabajado correctamente en ello. Es muy difícil que nos quedemos tirados. Eso en el apartado positivo. En el que nos cuesta más celebrar es en la velocidad de carga. Por ejemplo, 5 minutos de carga casi llegan a un nivel similar de batería. A partir de ahí se dispara y en 15 minutos tenemos más de un tercio. A la media hora tenemos un 82%. No es rápido, pero por el precio, es una muy buena velocidad de carga.

Último apartado: fotografía. Aquí contamos con tres lentes. Los dos traseros de 50 y 13 MP y uno frontal de 32 MP. Empecemos por la ceca de las noticias: la fotografía aprueba, pero no con nota. Es eficiente, resultona y se ve bien. Más que aceptable para la mayoría. Pero si vamos a trabajar con ello, a buscar recuerdos de calidad, no es el mejor. Y, aun así, teniendo en cuenta el precio, sí podría serlo. Estamos ante un móvil que en todos los apartados no parece de 329 euros. Y pocos de ese precio, tienen esta calidad tan apta de fotografía (la cara de este apartado).

Veredicto

Para quienes no busquen grandes capacidades de procesamiento, muy buena batería, diseño diferenciador y una fotografía adecuada, por este precio, no hay competencia prácticamente.