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Sundar Pichai, CEO de Google, advierte sobre la ‘irracionalidad’ del mercado de la IA: ‘ninguna empresa va a ser inmune, nosotros incluidos’

Pichai alerta de un exceso de inversión en plena euforia por la IA

Sundar Pichai, CEO de Google
Sundar Pichai, CEO de Google.Times of India

El avance de la inteligencia artificial continúa atrayendo inversiones récord y expectativas desbordadas, pero no todos en Silicon Valley consideran que el ritmo actual sea sostenible. En una entrevista concedida a la BBC, el CEO de Alphabet y Google, Sundar Pichai, alertó de que el sector muestra signos claros de ‘irracionalidad’ y que, si finalmente estalla una burbuja, ‘ninguna empresa va a ser inmune, nosotros incluidos’.

Sus palabras llegan en un momento en el que la capitalización bursátil de Alphabet ha duplicado su valor en 7 meses y alcanzado 3,3 billones de euros, impulsada por el optimismo en torno a sus modelos de IA y sus chips específicos para ejecutarlos.

Repetir la burbuja de las puntocom del año 2000

Pichai reconoció que el crecimiento de la inversión en IA vive un ‘momento extraordinario’, pero recordó que la historia reciente de la industria tecnológica está repleta de ciclos de euforia que acaban corrigiéndose. Aludió directamente al auge de Internet a finales de los 90, cuando las valoraciones de las primeras compañías de la Red se dispararon antes de derrumbarse en el año 2000, provocando quiebras y despidos generalizados.

‘Podemos mirar atrás al Internet ahora. Claramente hubo mucha inversión excesiva, pero ninguno de nosotros cuestionaría si el Internet fue algo trascendental. Espero que con la IA sea lo mismo. Así que creo que es algo racional y, a la vez, hay elementos de irracionalidad en un momento como este’, aseguró Pichai.

Inversiones sin precedentes

El contexto actual está marcado por compromisos de inversión sin precedentes. Algunas de las principales empresas del sector han anunciado planes multimillonarios para ampliar su infraestructura, incluyendo centros de datos, redes especializadas y hardware propio.

OpenAI, por ejemplo, prevé destinar 1,3 billones de euros a infraestructura durante los próximos ocho años, frente a unos ingresos esperados de 12.200 millones de euros este ejercicio. Para muchos analistas, estas cifras reflejan una confianza excesiva en la capacidad de los modelos generativos para seguir escalando sin limitaciones técnicas o económicas.

En este escenario, Alphabet ha experimentado un fuerte impulso en bolsa gracias, en buena medida, a la percepción de que puede competir de igual a igual con OpenAI y de que sus chips para IA son una alternativa real al dominio de Nvidia. La empresa de Jensen Huang alcanzó recientemente una valoración sin precedentes de 4,7 billones de euros, beneficiada por la demanda de las GPU que requieren los sistemas de IA actuales.

La ventaja estructural de Google

Aun así, Pichai sostiene que Google dispone de una ventaja estructural para resistir cualquier turbulencia futura. La compañía, asegura, controla una ‘pila completa’ de tecnologías que incluye desde los procesadores diseñados internamente hasta los datos de YouTube, pasando por modelos propios y una larga trayectoria en investigación científica avanzada. Este enfoque integrado, en su opinión, le permitiría absorber mejor un reajuste si se produce una corrección del mercado.

No confíes demasiado en la IA

El directivo también insistió en que los usuarios deben mantener una actitud crítica ante las respuestas generadas por las herramientas de IA. Google y el resto de compañías de IA son cuestionadas habitualmente sobre la precisión de sus modelos y Pichai subraya que estas herramientas son muy útiles en tareas creativas o exploratorias, pero no deben tomarse como fuentes completamente fiables. La gente ‘tiene que aprender a usar estas herramientas para lo que son buenas y no confiar ciegamente en todo lo que dicen’, señaló, advirtiendo contra la confianza ciega en sus resultados.

Otro punto relevante de la entrevista fue el impacto energético de la expansión de la IA. Pichai admitió que el consumo creciente está retrasando el cumplimiento de los objetivos climáticos de Alphabet, aunque reiteró su intención de alcanzar la neutralidad de carbono en 2030 mediante inversiones en nuevas tecnologías energéticas. Aun así, alertó de que limitar la disponibilidad de energía en una economía cada vez más digitalizada ‘tendrá consecuencias’.

Pese a las advertencias, Pichai reafirmó su convicción de que la IA es ‘la tecnología más profunda’ desarrollada por la humanidad. Reconoce que traerá disrupciones sociales, pero también nuevas oportunidades profesionales. Para el CEO de Google, quienes aprendan a integrarla en su trabajo serán los que mejor posicionados estén en la próxima etapa tecnológica.