Ingeniería

Volvo y Uber se preparan para el futuro sin conductor

Ambas compañías han desarrollado un modelo XC90 que está listo para la producción incorporando el sistema que le permite circular de manera autónoma.

La Razón
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Un Volvo XC90 equipado con todos los sistemas de Uber está listo para la producción incorporando sistemas de respaldo para las principales funciones.

A partir de un acuerdo de colaboración firmado en 2016, Uber y Volvo Cars han trabajado en varios prototipos que han permitido acelerar el desarrollo de los vehículos de conducción autónoma. Todos estos trabajos de investigación han dado lugar al primer vehículo listo para producción que combina el sistema de conducción autónoma de Uber para que pueda circular de manera totalmente autónoma.

El modelo elegido para este proyecto es un Volvo XC90 que ha sido equipado con importantes funciones de seguridad que han permitido instalar a Uber su propio sistema de conducción autónoma, lo que abre el camino hacia el desarrollo de vehículos que podrían incorporarse al servicio de transporte compartido autónomo.

Lo más llamativo de este vehículo es que en la parte superior lleva unos sensores especialmente diseñados para el sistema de conducción autónoma de Uber, permitiendo que funcione y maniobre de manera segura en los entornos urbanos. Además, cuenta con varios sistemas de respaldo para las funciones de dirección y frenado, así como una batería que proporciona alimentación eléctrica de reserva, de manera que entrarían en acción si fallara alguno de los sistemas primarios, deteniendo el vehículo.

Volvo entregará a Uber varias decenas de miles de vehículos base, listos para la conducción autónoma, en los próximos años, permitiendo en el futuro un transporte compartido autónomo seguro, sin necesidad de recurrir a los ‘Mission Specialist’ empleados de Uber que han recibido formación especial para manejar y supervisar el vehículo en zonas adecuadas y especialmente designadas para la conducción autónoma.

Este mismo concepto de ‘vehículo base’ será empleado por Volvo para introducir sus futuros vehículos de conducción autónoma a principios de la década de 2020. Estas tecnologías, que se integrarán en la próxima generación de modelos Volvo basados en la arquitectura SPA2, incluirán funciones diseñadas para permitir la conducción autónoma sin supervisión en zonas claramente designadas para ello, como autopistas o vías de circunvalación.

En Volvo Cars están convencidos de que la conducción autónoma podría ofrecer grandes ventajas en materia de seguridad vial a la sociedad en su conjunto una vez que todos los vehículos sean autónomos. Hasta entonces, esta tecnología ayudará a mejorar la experiencia de conducción de los clientes evitándoles tareas tan cotidianas como las constantes operaciones de arranque y parada cuando se circula en medio de los atascos de tráfico.

El futuro del transporte autónomo compartido cada vez está más cercano.